En marzo, Alemania lanzó una investigación sobre un antiguo guardia nazi que podía llegar a ser el último deportado de Estados Unidos por presunta complicidad en el Holocausto. Friedrich Karl Berger, de 95 años, había sido acusado de cooperar en la matanza de prisioneros en dos campos de concentración al norte de Alemania.
En su momento, el alemán admitió haber custodiado a los prisioneros en los campos que formaban parte de la infame red Neuengamme. No obstante, aseguró que no había observado ningún maltrato ni supervisado una evacuación.
"Era parte de la maquinaria de opresión de las SS que mantenía a los prisioneros de los campos de concentración en atroces condiciones de confinamiento", afirmó el fiscal general adjunto de los Estados Unidos, Brian Benczkowski.
Con el paso del tiempo, la evidencia reunida no resultó suficiente y las investigaciones no vincularon al acusado con ningún acto específico de asesinato. Como consecuencia, los fiscales alemanes abandonaron la comisión.
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Prisioneros de Neuengamme trabajando en el canal Dove Elbe, al norte de Alemania.
(Cortesía)
Los prisioneros judíos trasladados a Meppen fueron sometidos a trabajos forzados desde principios de 1945. Los de esta ciudad no eran campos de exterminio, pero muchas personas murieron debido al hacinamiento, la falta de alimentos y las horribles condiciones de vida.
En marzo de 1945, mientras las tropas aliadas avanzaban, las marchas de evacuación hacia el campo principal de Neuengamme provocaron la muerte de unos 70 prisioneros por agotamiento. En total, unos 379 presos murieron durante el traslado.
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Dormitorios el campo de concentración de Wöbbelin, un subcampo de Neuegamme.
(Cortesía)
En 1979, el gobierno de Estados Unidos creó la Oficina de Investigaciones Especiales del Departamento de Justicia dedicada a encontrar nazis, que ha ayudado a deportar a 67 personas. La última deportación de este tipo fue la del guardia de las SS, Jakiw Palij, de 95 años, que había vivido en Nueva York desde 1949 y fue expulsado en agosto de 2018.
El caso de Berger, aunque no se terminó de comprobar, posiblemente haya sido el último. Los detalles sobre cómo el alemán fue identificado como antiguo guardia nazi permanecen bajo secreto.