Washington retiró formalmente el lunes a Sudán de su lista de países que apoyan el terrorismo, en la que figuraba desde 1993, anunció, en Facebook, la Embajada de Estados Unidos en Jartum. De esta manera, el país norteamericano allana el camino para que se alcance un acuerdo de normalización de las relaciones entre sudaneses e israelíes, que fue anunciado en octubre.
The New York Times había informado hace dos semanas que el liderazgo sudanés había advertido a los funcionarios estadounidenses que si Sudán no era eliminado de la lista negra de Washington para fines de 2020, el país africano congelaría el proceso de normalización con Israel.
La sede diplomática estadounidense en Jartum expresó: "Puesto que el periodo de notificación en el Congreso, de 45 días, expiró, el secretario de Estado firmó una notificación que anula la designación de Sudán como un Estado que apoya el terrorismo. La medida es efectiva a partir de este 14 de diciembre", indicó la misma fuente.
Esta medida tan esperada por Jartum, desde la caída del autócrata Omar al Bashir en abril de 2019, debería aportar una bocanada de aire a la economía del país, muy debilitada. La inscripción en la lista negra impedía a los países extranjeros comerciar e invertir en Sudán, so pena de ser sancionados.
La designación de Sudán como Estado patrocinador del terrorismo se remonta a la década de 1990, cuando el país africano acogió brevemente al líder de al-Qaeda, Osama bin Laden, y otros islamistas buscados. También se creía que Sudán ofrecía su colaboración para que Irán pudiera entregar armas a las organizaciones terroristas en la Franja de Gaza.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en octubre que excluiría a Sudán de la lista negra, lo que el general Abdel-Fattah Burhan, líder del gobierno de transición sudanés, afirmó que se trataba de un "incentivo" para establecer lazos diplomáticos con Israel.
Como parte del acuerdo, Sudán acordó pagar 335 millones de dólares para compensar a los sobrevivientes y a las familias de las víctimas de los ataques de 1998 contra las embajadas de Estados Unidos en Kenia y Tanzania, llevados a cabo cuando el dictador Omar al-Bashir acogía a Al-Qaeda territorio sudanés, y del atentado de 2000 contra el USS Cole, un destructor de la marina estadounidense, frente a la costa de Yemen.
El gobierno de transición de Sudán, que asumió el año pasado tras el derrocamiento de Bashir, también acordó reconocer a Israel.
El presidente estadounidense, Donald Trump, notificó al Congreso sobre la propuesta de retirar a Sudán de la lista negra el 26 de octubre. Según la ley estadounidense, un país sale de la lista de países que apoyan el terrorismo después de 45 días, a menos que el Congreso se oponga, lo cual no ha hecho.