La congresista estadounidense Ilhan Omar fue acusada de trabajar para un gobierno extranjero y transmitir información confidencial a Irán.
En una declaración al Tribunal del Distrito de Florida, el empresario canadiense Alan Bender afirmó que en una reunión con el secretario del emir de Asuntos de Seguridad de Catar, Mohammad bin Ahmed bin Abdullah al-Masnad, y otros oficiales, estos habrían dicho: “Si no fuera por nuestro dinero, Ilhan Omar sería otra refugiada negra somalí en Estados Unidos recibiendo asistencia social y sirviendo mesas los fines de semana”.
Según publica el medio estatal saudita Al Arabiya English, Bender afirmó que los funcionarios cataries le pidieron que reclutara a políticos y periodistas estadounidenses para que actuaran como agentes de Catar, y que entre sus agentes se encontraba Omar, la “joya de la corona”.
“Catar reclutó a Ilhan Omar mucho antes de que pensara en convertirse en funcionaria del gobierno. La prepararon y moldearon para que se metiera en la política antes de que siquiera tuviera interés. La convencieron”, sostuvo.
Por otra parte, Bender sostuvo que en 2017, mientras cumplía el cargo de representante estatal junior por Minnesota, Omar juró lealtad al presidente turco Recep Tayyip Erdogan en una reunión en 2017.
Desde la oficina de Omar rechazaron estas acusaciones y las calificaron de falsas. “Desde el día en que fue electa, trolls de Arabia Saudita y portavoces han atacado a Omar con desinformación y teorías conspirativas. La última de estas es una historia increíblemente absurda de un medio saudita, y es por supuesto falsa”, afirmó un vocero al Jerusalem Post.