Este mediodía, el papa Francisco ha pronunciado desde el balcón central de la Basílica Vaticana su tradicional mensaje navideño, y ha impartido la bendición “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo): “En el seno de la madre Iglesia, esta noche ha nacido nuevamente el hijo de Dios hecho hombre. Su nombre es Jesús, que significa Dios salva. El padre, amor eterno e infinito, lo envió al mundo no para condenarlo, sino para salvarlo”.
Con estas palabras, el santo padre comenzaba su mensaje de Navidad ante los fieles de Roma, los peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro, y todas las personas que desde todas las partes del mundo han seguido el mensaje a través de los medios de comunicación.
"Que Cristo sea luz para tantos niños que sufren la guerra y los conflictos en Oriente Medio y en diversos países del mundo", anheló Francisco.
El sumo pontífice ha pedido que la luz de Cristo “sea consuelo para el amado pueblo sirio, que todavía no ve el final de las hostilidades que han desgarrado el país en este decenio”, también que “remueva las conciencias de los hombres de buena voluntad”, y que “inspire a los gobernantes y a la comunidad internacional para encontrar soluciones que garanticen la seguridad y la convivencia pacífica de los pueblos de la región”.
Tampoco se ha olvidado del pueblo libanés, para el que ha pedido “apoyo” para que pueda salir de la crisis actual, y también tiene en su pensamiento a Tierra Santa, “donde continúa la espera de tantos que, incluso en la fatiga, pero sin desesperarse, aguardan días de paz, de seguridad y de prosperidad”.
Respecto a Irak, el papa ha pedido “consolación” ante las fuertes tensiones sociales que atraviesa, y por último ha pedido por Yemen, para que se ponga fin a la grave crisis humanitaria.
Luz en medio de las tensiones políticas y sociales
El continente americano también está entre sus deseos natalicios. “Que el pequeño niño de Belén sea esperanza para todo el continente americano, donde diversas naciones están pasando un período de agitaciones sociales y políticas”. El papa pide al niño Jesús que reanime al querido pueblo venezolano, pero también pide que sea luz para la querida Ucrania, “que aspira a soluciones concretas para alcanzar una paz duradera”.
Luz en medio de la pobreza y la migración
Finalmente, el papa ha pedido por los países africanos donde se siguen viviendo situaciones sociales y políticas que a menudo obligan a las personas a emigrar, privándolas de una casa y de una familia. “Que haya paz para la población que vive en las regiones orientales de la República Democrática del Congo, martirizada por conflictos persistentes” señaló Francisco, a la vez que pide consuelo “para cuantos son perseguidos a causa de su fe, especialmente los misioneros y los fieles secuestrados, y para cuantos caen víctimas de ataques por parte de grupos extremistas, sobre todo en Burkina Faso, Malí, Níger y Nigeria”.
Que Jesús sea defensa ante las injusticias
Francisco además desea que este año haya defensa y apoyo para cuantos, a causa de las injusticias, deben emigrar con la esperanza de una vida segura: “La injusticia los obliga a atravesar desiertos y mares, transformados en cementerios. La injusticia los fuerza a sufrir abusos indecibles, esclavitudes de todo tipo y torturas en campos de detención inhumanos. La injusticia les niega lugares donde podrían tener la esperanza de una vida digna y les hace encontrar muros de indiferencia”.