El organismo de control de Irán aprobó una ley el miércoles que obliga al gobierno a detener las inspecciones de la ONU en sus sitios nucleares y a aumentar el enriquecimiento de uranio más allá del límite establecido en el acuerdo nuclear de 2015 si las sanciones de Estados Unidos no se eliminan en un mes.
En represalia por el asesinato la semana pasada del principal científico nuclear de Irán, Mohsen Fahhrizadeh, que Teherán ha atribuido a Israel, el Parlamento iraní, dominado por el ala dura de la política del país persa, aprobó el martes el proyecto de ley con una fuerte mayoría. La medida está destinada a endurecer la postura nuclear de la República Islámica.
El Consejo de Guardianes de Irán es el encargado de garantizar que los proyectos de ley no contradigan las leyes islámicas chiítas o la Constitución del país. Sin embargo, se desconoce la postura del líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, quien tiene la última palabra en todos los asuntos de Estado.
Según la nueva ley, Teherán otorga un mes a las partes europeas del acuerdo para aliviar las sanciones a los sectores financiero y petrolero de Irán, impuestas después de que Washington renunciara al acuerdo entre Irán y las seis potencias en 2018.
En reacción a la política de "máxima presión" sobre Teherán del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Irán ha reducido gradualmente su cumplimiento del acuerdo.
La ley impulsada por legisladores de línea dura dificultaría que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien asumirá el cargo el 20 de enero, se reincorpore al acuerdo.
Biden ha afirmado que volvería al acuerdo y levantaría las sanciones si Teherán volviera a "cumplir estrictamente el tratado".
El presidente de Irán, Hassan Rouhani, arquitecto del acuerdo de 2015, criticó la medida del Parlamento, a la que calificó como "perjudicial para los esfuerzos diplomáticos" destinados a aliviar las sanciones estadounidenses.
Según la nueva ley, el gobierno debería reanudar el enriquecimiento de uranio al 20% e instalar centrifugadoras avanzadas en sus plantas nucleares de Natanz y Fordow.
El acuerdo limita al 3,67% la pureza fisionable a la que Irán puede refinar uranio, muy por debajo del 20% logrado antes del acuerdo, y por debajo del 90% necesario para obtener armas nucleares. Irán superó el límite del 3,67% en julio de 2019 y el nivel de enriquecimiento se ha mantenido estable hasta el 4,5% desde entonces.
Irán ha infringido muchas de las restricciones del acuerdo, pero sigue cooperando con el organismo de control nuclear de la ONU, otorgando acceso a los inspectores de la organización.
Gran Bretaña, Francia y Alemania, países que forman parte del acuerdo de 2015, han instado a Irán a respetarlo plenamente.