El nuevo acuerdo de paz alcanzado este viernes por Israel, esta vez con la República del Sudán, fue bien recibido por varios estados árabes. Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein (tres de las otras cuatro naciones que normalizaron relaciones con Jerusalem) felicitaron a ambas partes por el tratado.
Abdel Fatah al Sisi, presidente de Egipto, cuyo país fue el primero de la región en establecer acuerdos de paz con el Estado judío en 1979, saludó "los esfuerzos conjuntos de Estados Unidos, Sudán e Israel”. Y, a través de su cuenta de Twitter, agregó: "Aprecio todos los esfuerzos que buscan la estabilidad y la paz en Medio Oriente”.
Por su parte, Manama, Bahrein, que en septiembre formó parte de los Acuerdos de Abraham firmados en la Casa Blanca para formalizar lazos con Jerusalem, felicitó a los dos países por esta “etapa histórica”. En un comunicado de su Ministerio de Relaciones Exteriores, el país del Golfo reiteró su apoyo a Sudán "en sus esfuerzos incesantes para la transición hacia un nuevo estado de desarrollo, progreso y prosperidad”.
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El ministro de Relaciones Exteriores de los EAU, Abdullah bin Zayed Al-Nahyan, y el ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein, Abdullatif al-Zayani.
(AFP)
En cuanto a Emiratos Árabes Unidos, la otra nación árabe que participó de los Acuerdos de Abraham, aplaudió la decisión de Sudán. "Es una etapa importante para la consolidación de la seguridad y la prosperidad en la región", aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores, citado por la agencia de prensa oficial emiratí.
El nuevo tratado alcanzado, que tuvo la mediación de Estados Unidos, pone fin a décadas de hostilidades entre Israel y Sudán. Además, le permitirá al país africano salir de la “lista negra” de Washington.
En declaraciones a periodistas en la Oficina Oval, Trump informó que al menos otra cinco naciones árabes quieren plegarse a este paso diplomático. “Esperamos que Arabia Saudita sea uno de ellos”, agregó. Aunque el presidente estadounidense no mencionó a ningún otro país, Omán y Mauritania están entre los países que ven con buenos ojos seguir los pasos de Sudán.
