Este miércoles, los ministros de Relaciones Exteriores de los países árabes reeligieron a Ahmed Aboul Gheit como secretario general de la Liga de los Estados Árabes. De esta manera el organismo, con sede en El Cairo, será liderado por el egipcio durante un mandato más.
El veterano diplomático reelecto, antiguo embajador ante las Naciones Unidas y último ministro de Relaciones Exteriores de Egipto bajo la presidencia del derrocado Hosni Mubarak, obtuvo nuevamente el respaldo de los miembros que integran la organización fundada el 22 de marzo de 1945.
En enero el presidente de Egipto, Abdel Fattah El-Sisi, anunció que El Cairo postularía a Aboul Gheit para un segundo mandato de cinco años como jefe del bloque que integran unos 22 países de la zona. De hecho, fue el único nominado para el cargo, ya que es una tradición de larga data que Egipto, como anfitrión de la Liga Árabe, nomine al jefe.
La única vez que se nombró a un no egipcio para el puesto fue en 1979, después de que se suspendiera la membresía de Egipto tras su tratado de paz con Israel. La membresía fue restaurada en 1989, con la sede de la Liga Árabe regresando a El Cairo y un nuevo secretario general egipcio nombrado en 1990.
Aboul Gheit (78), nombrado por primera vez en 2016 como secretario general de la Liga Árabe, es conocido por ser un diplomático pragmático y con una fuerte enemistad con las facciones políticas del islam como la Hermandad Musulmana. En reiteradas ocasiones se ha manifestado en contra de Turquía e Irán, dos potencias regionales con grandes influencias en el mundo árabe.
También ha sido fundamental para el levantamiento de 2011, conocida como la Primavera Árabe, que envolvió a la región y condujo al derrocamiento de cuatro gobernantes autocráticos de larga data, así como también desató tres guerras civiles.
