Una mujer pide azúcar, leche y jabón y ofrece un vestido de una niña. Otra busca recipientes para almacenar comida, está dispuesta a desprenderse de elementos de gimnasio. Una costurera de 65 años perdió a su clientela y ofrece trabajar a cambio de comida.
Líbano atraviesa un severo colapso económico, y para muchos de sus habitantes el trueque en páginas de Facebook es un último recurso. “Los precios están muy elevados y muchas personas no pueden pagar”, explica Siham, una joven de 27 años que recurrió a uno de estos sitios.
“A veces necesitas alguna cosa y en otras oportunidades puedes ayudar a alguien con el trueque, siempre en casa puede haber algo que no necesites”, agregó la mujer madre de un niño pequeño, quien a cambio de comida ofreció una máquina para limpiar biberones que ya no utiliza.
Son cada vez más los libaneses que recurren a este tipo de iniciativas u organizaciones de beneficencia, en el contexto de una crisis sin precedentes en el que la moneda local perdió casi el 80% de su valor y arrojó a muchas familias a la pobreza, sin una ayuda significativa de un Estado con las finanzas destruidas.
La decisión del gobierno de aumentar el precio del pan subsidiado por el Estado provocó una serie de protestas en una población que en junio, según un informe del Programa Mundial de Alimentos, cuenta con la mitad de sus ciudadanos temerosos de quedarse sin comida.
Hassan Hasana creó “Truques en el Líbano”, un grupo de Facebook que en un mes incorporó a 16.000 usuarios y recibe 200 solicitudes de ingreso por día. “En Navidad con algunos amigos pudimos ayudar a algunas familias, pero ahora ni logramos reunir objetos para donar”, explica sobre el agravamiento de la crisis en los últimos meses: a raíz de una fuerte dependencia de los productos importados, los precios se dispararon y muchos acusan dificultades para obtener alimentos o medicinas.
“Algunos creen que el trueque es algo terrible y lo utilizan para explicar lo desesperados que estamos, pero no lo veo de esa manera, son tiempos difíciles para pedir ayuda y la gente hace lo imposible para sobrevivir y vivir con dignidad”, afirmó Hasana.
