Amnistía Internacional instó el miércoles a la ONU a que investigue el asesinato de manifestantes iraníes por parte de las fuerzas de seguridad del país.
La denuncia del organismo de derechos humanos se refiere a las protestas de noviembre del año pasado, cuando en la República Islámica se disparó el precio de la gasolina y en las calles del país se registraron diversas protestas.
Amnistía difundió un comunicado en el que asegura contar con pruebas para demostrar que 304 personas, entre ellos hombres, mujeres y niños, fueron asesinados por balas de las fuerzas de seguridad iraníes durante una represión que se calificó como “despiadada”.
El informe, que incluye videos y fotografías, indica que 220 de esas muertes se produjeron en menos de dos días y que los hechos fueron documentados en 37 ciudades distintas, lo que refleja la "naturaleza generalizada de la represión".
“En la gran mayoría de los casos no hay evidencia de que esas personas portaran armas de fuego o que representaran una amenaza inminente”, expresa el documento, lo que determina un uso de la fuerza “ilegal” de parte de unidades policiales, la Guardia Revolucionaria y fuerzas paramilitares Basij que utilizaron munición real.
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La Guardia Revolucionaria Iraní, entre las fuerzas de seguridad acusadas en el informe de Amnistía Internacional.
(AFP)
“A menudo dispararon en la cabeza o el torso, lo que indica que gatillaban para matar”, asevera Amnistía en su pedido de investigación al Consejo de Derechos Humanos de la ONU. "La organización conoce muchos casos adicionales reportados por activistas, pero evaluó que aún no tiene suficientes detalles confiables", agregó el organismo sobre una cifra de víctimas que presume aún mayor.
Hasta la fecha Irán no informó oficialmente el número de muertos que se produjeron en noviembre, y sus autoridades sostienen que las cifras difundidas en el mundo son parte de una propaganda de fuentes occidentales contrarias al régimen.
(Foto de lado archivo Rouhani: "Hassan Rouhani, presidente de Irán
