El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammad bin Salman, celebró anoche (martes) los 5 años del lanzamiento de su ambicioso plan, "Saudi Vision 2030" ("Visión Saudita 2030"), cuyo fin es reducir la dependencia de su país del petróleo. El líder, que no suele ser entrevistado, concedió un reportaje televisivo que duró aproximadamente dos horas y fue ampliamente cubierto por los medios árabes. En la entrevista, Bin Salman abordó temas de la agenda del reino, que incluyeron la economía local, las reformas sociales, la situación geopolítica, las relaciones con Estados Unidos bajo la nueva administración de Joe Biden, y las relaciones entre Arabia Saudita y el rival regional Irán.
Los medios árabes e internacionales informaron recientemente que Arabia Saudita e Irán habían mantenido contactos discretos antes de lo que parecía ser un regreso de Estados Unidos al acuerdo nuclear con Teherán. Bin Salman abordó el tema y señaló que el reino ve a Irán como un país vecino y que se esfuerza por mantener buenas relaciones con él. Sin embargo, el príncipe señaló que existe un inconveniente con la conducta problemática de Irán, ya sea en el contexto de su plan nuclear y su programa de misiles balísticos, o en términos de su apoyo a las milicias que violan la ley. "No queremos que la situación de Irán sea difícil", dijo. Y agregó: "Por el contrario, queremos que se desarrolle y tengamos intereses comunes para impulsar a la región y al mundo en la dirección del desarrollo y la prosperidad”, indicó.
Mohammad bin Salman manifestó en la entrevista que Arabia Saudita está trabajando con sus aliados en la región y en todo el mundo para brindar soluciones a sus problemas respecto de Irán. Dejó en claro que su país no está de acuerdo con la presencia de milicias armadas a lo largo de sus fronteras de una manera que pone en riesgo su seguridad. A la cabeza de esas amenazas están, por supuesto, los rebeldes hutíes en Yemen, que desde hace mucho tiempo han estado llevando a cabo ataques contra objetivos sauditas, incluso en el propio territorio del reino. "Los hutíes tienen una estrecha relación con el régimen iraní y su rebelión contra las autoridades legítimas en Yemen es ilegal. Los hutíes deben volver a la mesa de negociaciones para alcanzar soluciones que garanticen los derechos de todos los yemenitas y los intereses de los países de la región”.
En referencia a las relaciones con Washington, Bin Salman aseveró que "Estados Unidos es un aliado estratégico". Y añadió: "Estamos de acuerdo con el presidente Biden en más del 90% de los asuntos relacionados con los intereses de nuestros países. Los desacuerdos con la administración estadounidense a veces son grandes y a veces pequeños". También sostuvo que Arabia Saudita está trabajando para mantener su asociación estratégica con sus aliados en la región y para fortalecer sus alianzas con otros países. Sin embargo, aclaró que Riad se opone a las presiones externas o la interferencia en sus asuntos internos.
Respecto de “Saudi Vision 2030”, Bin Salman sostuvo que el plan alcanzaría muchos de sus objetivos antes de 2030 y, en particular, diversificaría las fuentes de ingresos de Arabia Saudita de fuentes no petroleras. Además, el príncipe heredero aseguró que después de 2030, el reino formularía su visión económica para 2040, la cual se ocuparía de hacer de Arabia Saudita una nación muy competitiva en el ámbito internacional.
"En 2019 hemos alcanzado la mayoría de los objetivos, y habrá un aumento importante de nuestra actividad económica en el año en curso. El petróleo ha servido a Arabia Saudita y todavía forma una parte básica de sus ingresos, pero el reino existía antes que él, y 'Saudi Vision 2030' se estableció para hacer realidad las mayores aspiraciones relacionadas con una economía más fuerte y una vida mejor para los sauditas", declaró Bin Salman.