El último ataque antisemita en los Estados Unidos dejó a muchos judíos, especialmente a los religiosos, preguntándose cómo combatir el flagelo o si deberían emigrar a Israel.
Cinco judíos ortodoxos fueron apuñalados con un machete por un hombre mientras se encontraban reunidos en la casa de un rabino al norte de la ciudad de Nueva York para celebrar la séptima noche de Janucá el sábado.
El presunto autor del ataque, Grafton Thomas, de 37 años, fue acusado el domingo de cinco cargos de intento de asesinato.
"Estoy bien, pero la comunidad aquí está en estado de shock", manifestó Baruj Teitelbaum, miembro de la comunidad judía local en la ciudad de Monsey, donde tuvo lugar el ataque.
Zvi Weill, también miembro de la comunidad judía religiosa de Monsey, llegó a la escena minutos después del ataque. "Cuando llegué, la policía ya estaba allí", declaró en una entrevista con Ynet. "Los testigos me contaron lo que sucedió. Dijeron que un hombre alto y negro con una máscara en la cara entró en la casa, sacó un machete y comenzó a amenazarlos".
Weill indicó que una vez que se supo la noticia de los apuñalamientos, los judíos locales se encerraron en sus hogares por temor a nuevos ataques.
"Vemos lo que está sucediendo en Israel y cómo las personas reaccionan [a los ataques], disparan o se defienden. Pero nosotros sólo intentamos escapar ", afirmó. Y añadió: "No somos combatientes ".
Según él, los ataques antisemitas contra la comunidad judía local son algo cotidiano. "Todos los días alguien lanza un puñetazo, arroja un sombrero de la cabeza de alguien al suelo o pinta esvásticas en las paredes", expresó.
“Se ha convertido en la norma. Nos odian porque sienten que estamos demasiado cómodos", agregó.
Weill también explicó que en el Estado de Nueva York las leyes sobre armas son muy estrictas y no se permite deambular por la calle con un arma de fuego, lo que hace que sea más difícil defenderse.
"Necesitamos hacer lo que hacen en Israel: tener cuidado. Necesitamos comenzar a protegernos cerrando las puertas de nuestras escuelas y jardines de infantes", afirmó.
Weill sostuvo que siempre ha soñado con vivir en Israel y ahora la posibilidad de hacer aliá se está convirtiendo en una posibilidad.
"Tengo 50 años y siempre he soñado con vivir en Israel", manifestó. "Hemos hablado de ello en el pasado y ahora quiero hacerlo más que nunca. Mucha gente piensa en ello, pero no lo hace", añadió.
"La verdad es que pertenecemos a Israel, es nuestro hogar", concluyó Weill.