Este jueves, el presidente de Irán, Hassan Rouhani, contó que la República Islámica abrió su primera terminal petrolera en el Golfo de Omán. De este modo, desde Teherán buscan evitar la ruta del Estrecho de Ormuz, que ha sido un foco de tensión regional durante décadas.
"Este es un movimiento estratégico y un paso importante para Irán. Garantizará la continuación de nuestras exportaciones de petróleo", dijo Rouhani en un discurso televisado. Y añadió: "Hoy, el primer envío de 100 toneladas de petróleo se cargará fuera del Estrecho de Ormuz. Esta apertura pone en evidencia el fracaso de las sanciones de Estados Unidos".
El jefe de Estado saliendo contó que la República Islámica tiene como objetivo exportar 1.000.000 de barriles de petróleo por día desde el puerto de Bandar-e Jask, ubicado en la costa iraní que desemboca en el Golfo de Omán.
En más de una ocasión, las autoridades iraníes han amenazado con bloquear el Estrecho de Ormuz si sus exportaciones de crudo se veían afectadas por las sanciones de Estados Unidos, impuestas hace tres años, cuando el entonces presidente Donald Trump abandonó el acuerdo nuclear. En los últimos años, en el área se han producido diferentes enfrentamientos entre la Guardia Revolucionaria de Irán y las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
El angosto pasaje en disputa es un canal estrecho que desemboca del Golfo Pérsico y a través del cual pasa aproximadamente una quinta parte del petróleo del mundo. Millones de barriles parten desde allí hacia Asia, Europa, América, América, Oceanía y África.