Si bien muchos líderes occidentales se apresuraron a publicar sus mensajes de apoyo a Israel y condenar el ataque iraní del sábado por la noche, Rusia actuó de manera opuesta, justificando la ofensiva en varias ocasiones.
De hecho, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, llamó este martes a ambas partes a "tener moderación", y no condenó el ataque iraní. Mientras tanto, la embajadora de Rusia ante la ONU, Vassily Nebenzia, justificó la acción y hasta utilizó el conflicto para criticar a Occidente y acusar a los países que apoyaron a Israel de "hipócritas".
En otro testimonio de la alta alianza entre Irán y Rusia, el Kremlin informó que Putin mantuvo una conversación con el presidente iraní Ibrahim Raisi. En el mensaje, el ataque iraní se menciona sólo de forma secundaria, y se describe como "medidas de represalia" por el golpe atribuido a Israel en Damasco, y se informa que Putin "no permitirá una nueva ronda de conflicto que lleve a consecuencias catastróficas para toda la región". Raisi, según el Kremlin, le dijo a Putin que "las acciones de Irán fueron de naturaleza forzada y limitada".
"En este contexto, se aprobaron los enfoques de principios de Rusia e Irán a favor de un alto el fuego inmediato en la Franja de Gaza, aliviando la difícil situación humanitaria y creando las condiciones para una solución política y diplomática de la crisis", se informó tras la llamada. Además, ambos líderes políticos acordaron promover la cooperación entre Moscú y Teherán.
El propio Putin puede ser cauteloso en sus palabras, pero otros funcionarios rusos son más directos en sus críticas a Israel. La portavoz de su Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova, atacó duramente a la embajadora de Israel en Moscú, Simona Halperin, por su exigencia a Rusia de condenar el ataque iraní, y en medios estatales rusos en los últimos días los portavoces del establishment se pronunciaron duramente contra el Estado judío.
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Decenas de carteles se vieron al principio de esta semana en Teherán tras el ataque del sábado contra Israel.
(EPA)
Uno de ellos, Sergey Mardan, afirmó en un programa que presentó en la radio estatal que "Rusia apoya el ataque iraní contra Israel, porque los iraníes son socios militares". Luego, expresó su esperanza de que Irán pudiera derribar aviones de combate israelíes. Por supuesto, todo esto no sucede en vano y es una ilustración de la gran importancia que Rusia concede actualmente a sus relaciones con Teherán, con énfasis en el refuerzo de las relaciones militares.
De hecho, fuentes de inteligencia en Occidente describen las relaciones entre Moscú y Teherán como una asociación estratégica cada vez más profunda. La expansión de la invasión rusa a Ucrania en febrero de 2022 fue un factor clave que contribuyó en gran medida a la formación de esta asociación, debido a la dependencia que Rusia desarrolló de la ayuda militar iraní durante el primer trimestre de la guerra, cuando comenzó a comprar drones en volúmenes cada vez mayores, y los utilizó letalmente contra Ucrania.
Los propios iraníes aprendieron mucho y extrajeron lecciones operativas de la forma en que los rusos operaron los vehículos aéreos no tripulados en toda Ucrania, lo que probablemente los ayudó a mejorar sus capacidades. Además, se espera que Irán proporcione a los rusos armas de corto y mediano alcance.
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Azerkash, Hardad 15 y Arman. Algunos de los sistemas de defensa aérea que posee Irán.
(Ynet)
¿Pero qué dará Moscú a cambio?
Se espera que Rusia suministre a Irán aviones de combate avanzados modelo "Sukhoi 35", que se convertirán en los últimos de la obsoleta flota de la Fuerza Aérea de Irán, y aparentemente también tecnologías avanzadas en la defensa aérea, que deberían ayudar a Irán a defenderse contra un ataque de Israel.
En el pasado era Rusia la que suministraba armas a Irán, pero hoy se trata de una relación bilateral, y no menos importante, los lazos actuales incluyen una cooperación tecnológica, intercambios de conocimientos y desarrollo conjunto.
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Decenas de carteles se vieron al principio de esta semana en Teherán tras el ataque del sábado contra Israel.
(EPA)
Es importante detenerse en las capacidades de defensa aérea de Teherán. En febrero, con la escalada de la situación en la región Irán presentó sistemas de defensa aérea de producción nacional. Según una publicación de la agencia de noticias iraní "Mahar", el primer sistema se llama "Arman" y es capaz de atacar misiles balísticos, y el segundo se llama "Azarkash". Ambos fueron producidos por los expertos del Ministerio de Defensa de Irán.
El ministro de esa cartera, Mohammad-Reza Ashtiani, dijo en la inauguración de los nuevos sistemas: "Se revelan dos logros importantes en el campo de la industria de defensa iraní". Luego, añadió que el sistema Armen es capaz de identificar objetivos a una distancia de 180 kilómetros y destruirlos.
Respecto al sistema "Azarkash", Ashtiani comentó que es un sistema que "ayudará a la protección de centros vitales y sensibles del país" contra los vehículos aéreos no tripulados israelíes.
Además, Irán tiene sistemas de defensa importados. Según las publicaciones, posee el sistema de defensa ruso S-300 y presentó varios otros en los últimos años, incluido uno local llamado "Flak", que es una versión de un sistema ruso que se exportaba anteriormente a Irán, y es capaz de monitorear e identificar misiles de crucero, vehículos aéreos no tripulados y misiles balísticos en un alcance de 400 kilómetros.
Por último, posee el sistema de defensa aérea llamado "Hardad", que según las publicaciones es capaz de identificar objetivos a una distancia de 150 KM y rastrearlos a una distancia de 120 kilómetros. A estos sistemas se le suman los misiles Siad 3, que pueden destruir seis objetivos simultáneamente.
