Este sábado, el Mando Central de los Estados Unidos informó que el viernes llevó a cabo un ataque con un avión no tripulado en la provincia afgana de Nangarhar. Los objetivos fueron dos miembro del Estado Islámico que estuvieron presuntamente involucrados en la planificación de los ataques del jueves en el aeropuerto de Kabul.
Tras las explosiones que causaron la muerte de más de 170 personas, entre ellas 13 soldados norteamericanos, Joe Biden prometió represalias rápidamente. De este modo, mediante un operativo de inteligencia y la utilización de un dron, las fuerzas estadounidenses alcanzaron a dos integrantes de ISIS-K que habrían colaborado en la ejecución del atentado. Según los informes, los objetivos fueron abatidos exitosamente.
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Los infantes de marina brindan seguridad en el aeropuerto internacional Hamid Karzai en Kabul.
(AP)
"Ayer, las fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo una operación antiterrorista en el horizonte contra planificadores de ISIS-K", declaró William "Hank" Taylor, general de división del Ejército. Y añadió: "Puedo confirmar que dos objetivos de ISIS de alto perfil murieron y otro resultó herido". Además, deslizó que no hubo víctimas civiles.
Este operativo, ejecutado menos de 48 horas después de los ataques en el aeropuerto de Kabul, fue autorizado por el jefe de Estado y ordenado por el secretario de Defensa Lloyd Austin. El Mando Central de los Estados Unidos, responsable de los intereses del país en 27 naciones que se extienden desde el norte de África a través de la región del Golfo Pérsico y Asia Central; proporcionó pocos detalles sobre la misión.
La velocidad con la que Washington tomó represalias refleja su estrecha vigilancia sobre el Estado Islámico y sus años de experiencia en atacar a extremistas en partes remotas del mundo. Pero también muestra las limitaciones del poder de Estados Unidos para eliminar las amenazas de este tipo, que algunos creen que tendrán más libertad de movimiento en Afganistán ahora que los talibanes están en el poder.
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Afganos heridos yacen en una cama en un hospital después de una explosión mortal fuera del aeropuerto de Kabul.
(AFP)
A pesar del rápido accionar, no estaba del todo claro si los objetivos habían estado involucrado directamente en las explosiones suicidas del jueves, mientras multitudes de afganos intentaban desesperadamente escapar del país. El viernes por la noche, el Departamento de Estado instó nuevamente a los estadounidenses a mantenerse alejados de las puertas del aeropuerto.
Según una evaluación preliminar, los funcionarios norteamericanos creen que el chaleco suicida utilizado en el ataque, que mató al menos a 169 afganos además de los 13 estadounidenses, llevaba alrededor de 25 libras de explosivos y estaba cargado de metralla. Una bomba suicida generalmente lleva de cinco a diez libras de explosivos.
Un importante desafío para Biden
Tras toda esta situación, el jefe de Estado deberá trabajar para contener una serie de posibles amenazas extremistas oriundas de Afganistán, lo que será más difícil con menos recursos de inteligencia y sin presencia militar en la nación. Por caso, Emily Harding, ex analista de la CIA y subdirectora de personal del Comité de Inteligencia del Senado, afirmó que dudaba de las garantías de que Estados Unidos podría monitorear y atacar amenazas terroristas desde más allá de las fronteras del país en cuestión.
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Un infante de marina cuida a un niño pequeño en espera de procesamiento en un puesto de control de evacuación durante una evacuación en el aeropuerto de Kabul.
(AP)
En una aparición en la Oficina Oval el viernes, el mandatario expresó nuevamente sus condolencias a los familiares de las víctimas. El regreso a casa de los restos de los militares en los próximos días proporcionará recordatorios dolorosos y conmovedores no solo de la devastación en el aeropuerto de Kabul, sino también del costoso final de una guerra que duró más de 20 años.
En total, desde 2001, cuando Estados Unidos desembarcó por primera vez en Afganistán tras los atentados del 11 de septiembre, más de 2.400 militares estadounidenses murieron en la guerra y decenas de miles resultaron heridos.
