Un nuevo informe de una organización de derechos humanos revela el alcance de las prácticas sistemáticas de tortura utilizadas por la Autoridad Palestina y Hamás contra los detenidos, incluidos tormentos e interrogatorios excesivos.
El informe de UN Watch afirma que los detenidos sujetos a estas prácticas incluyen miembros de la comunidad LGBTQ, activistas de derechos humanos y palestinos acusados de vender tierras a israelíes o cooperar con el estado judío.
El grupo de derechos, con sede en Ginebra, es una organización no gubernamental de propiedad judía que supervisa el desempeño de las Naciones Unidas. En su declaración de misión, el grupo dice que está a la "vanguardia en la lucha contra el racismo, el antisemitismo y los prejuicios contra Israel" en el organismo internacional.
En un informe publicado en su sitio web el martes, el grupo dijo que monitorearía al comité de tortura de la ONU, que se convocó para una sesión de dos días, para investigar si los palestinos cumplen con las políticas de la ONU.
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Palestinos protestan por la muerte de un detenido en una cárcel de la Autoridad Palestina el año pasado.
(AFP)
El director ejecutivo Hillel C. Neuer afirma que la evidencia muestra "tortura y otras prácticas crueles, inhumanas y humillantes contra los detenidos en las cárceles de Cisjordania y Gaza".
Sostuvo que se presentaron decenas de casos al comité de la ONU en una sesión informativa el martes, antes de la comparecencia de la Autoridad Palestina ante el comité, la primera desde que firmó el pacto de la ONU sobre derechos civiles y políticos en 2014.
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La policía de la Autoridad Palestina disuelve una protesta después de que un detenido muriera en la cárcel.
Neuer dijo que la Autoridad Palestina, en una respuesta de 67 páginas al comité, intentó culpar a Israel para evadirse de sus acciones. "El documento no contiene información sobre el uso generalizado que hacen de la tortura, o las medidas tomadas para prevenirlas”. Señaló.
UN Watch afirma que los miembros de la comunidad LGBTQ en los territorios palestinos son perseguidos. “Los que lograron escapar relataron las torturas que sufrieron y que los obligaron a dar nombres de otros miembros de la comunidad, fueron obligados a casarse y sufrieron constantes abusos”, contó.
