Medios de comunicación en Siria informaron en la mañana del jueves que al menos 18 soldados del ejército murieron y otros 27 resultaron heridos tras la detonación de un explosivo en un autobús militar que circulaba en un suburbio de Damasco.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organismo con sede en Londres y opositor al régimen de Assad, informó que la explosión ocurrió en un pueblo llamado Al Sabura y estimó probable que la cifra de muertos aumente en función de la gravedad del estado de algunos heridos.
El incidente es uno de los más mortíferos de los últimos meses que sufrió el ejército sirio en el contexto de la guerra civil que comenzó hace 11 años. Esta modalidad de ataque creció recientemente: en marzo 13 soldados murieron en un autobús en el centro del país. Por el momento ninguna organización se adjudicó el ataque, aunque en atentados anteriores las autoridades sirias acusaron al grupo terrorista ISIS que continúan operando en el sur y este de Siria.
El régimen de Assad controla la mayor parte de Siria gracias a una serie de éxitos militares que registró al final de la década pasada, respaldado por la ayuda que recibió de Rusia, Irán y Hezbollah. La guerra civil continúa ya que los rebeldes controlan la provincia de Idlib, el último bastión, en el noroeste del país.