Los medios británicos informaron hoy (lunes) que se estima que la explosión que tuvo lugar ayer por la mañana en un taxi cerca de un hospital en Liverpool estuvo relacionada con un ataque perpetrado por un terrorista suicida, y que el taxista trabó las puertas del automóvil evitando un posible atentado a gran escala y un baño de sangre.
La policía británica manifestó este mediodía que había llegado a la conclusión de que se trataba de un acto de terrorismo, pero aún no se ha determinado el motivo. Las fuerzas están investigando si se trató de un intento de llevar a cabo un ataque islamista para socavar la santidad del Día del Recuerdo británico.
La explosión, ocurrida cerca del Hospital de Mujeres de Liverpool, tuvo lugar unos segundos antes de las 11 de la mañana, hora en que Gran Bretaña marcaba un minuto de silencio con motivo del Día de los Mártires del Ejército.
Los medios británicos informaron que el estallido se produjo en el taxi de un conductor de 45 años llamado David Perry, y que el pasajero de su automóvil le pidió que lo llevara a la ceremonia del Día de los Caídos en la Catedral Anglicana de Liverpool, ubicada a cientos de metros del lugar del incidente. En la ceremonia se reunieron unos 1.200 soldados, graduados militares y familiares de mártires británicos, y existe una fuerte sospecha de que ellos eran el objetivo del ataque.
No está claro en este momento qué causó exactamente que el pasajero explotara dentro del automóvil, pero el "Daily Mail" británico informó que un amigo de Perry dijo que creía que el hombre tenía la intención de hacer estallar una carga explosiva en la catedral. En su opinión, debido a los atascos de tráfico y los bloqueos en el camino le pidió al taxista que se estacionara cerca del hospital. "Parece que al encerrarlo en el taxi, Perry evitó que el hombre atacara el hospital a las 11:00", señaló el tabloide británico.
Según el informe, el amigo de Perry afirmó que el conductor notó que el pasajero estaba maniobrando algo sospechosamente. "David saltó del vehículo y cerró las puertas, y tan pronto como lo hizo, se produjo la explosión". El estallido provocó que el taxi se incendiara, pero el pasajero fue el único muerto. Perry logró sobrevivir. Sufrió solo cortes menores, contusiones superficiales y daño en el tímpano, pero anoche ya fue dado de alta del hospital. “David es el hombre más afortunado de Gran Bretaña y también su mayor héroe", declaró su amigo a los medios británicos.
La policía británica confirmó que el estallido fue provocado por una carga explosiva que llevaba el pasajero en el taxi. Se estima que dicha carga había sido armada por el atacante.
La policía aseguró que conoce la identidad del perpetrador del ataque, pero indicó que por el momento no puede ser revelada.
En la investigación del hecho está involucrada la unidad de lucha contra el terrorismo y, entre otras cosas, está intentando descubrir si el hombre intentó llevar a cabo un ataque islamista.
Las fuerzas de seguridad británicas arrestaron ayer a tres sospechosos, de 21, 26 y 29 años, en el área de Kensington de Liverpool, y anunciaron que habían sido arrestados en virtud de las leyes antiterroristas. Otra persona fue arrestada hoy. Decenas de casas fueron evacuadas como parte de la redada policial en la ciudad, y la operación continuaba esta mañana.
La BBC informó que la alcaldesa de Liverpool, Joanne Anderson, elogió al taxista Perry, afirmando que con sus heroicas acciones evitó lo que podría haberse convertido en un terrible desastre.
La institución médica cerca de la cual tuvo lugar la explosión es el hospital maternal más grande de Europa, y las madres y los padres que cuidaban a sus hijos allí se sorprendieron cuando escucharon el ruido del estallido justo antes de las 11:00.
El primer ministro británico, Boris Johnson, destacó esta mañana la valentía del taxista.