El mes pasado, una niña kurda de 13 años desapareció cuando volvía a casa después de un examen escolar, tras ser abordada por un hombre de un grupo armado. Sus padres temieron lo peor: que la hubieran convencido para unirse al grupo y la hubieran llevado a uno de sus campos de entrenamiento.
La niña, Peyal Aqil, estaba con amigos cuando se encontró con el hombre, que resultó ser un reclutador de un grupo conocido como "Juventudes Revolucionarias". Ella lo siguió hasta uno de los centros del grupo en la ciudad de Qamishli, al noreste de Siria. Sus amigos la esperaron fuera, pero nunca apareció.
La madre de Peyal, Hamrin Alouji, comentó que ella y su marido se quejaron a las autoridades locales, pero no tuvieron ningún resultado.
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Hamrin Alouji, madre de Peyal Aqil, de 13 años, revisa las fotografías de su hija en su casa familiar de Qamishli, Siria.
(AP)
El grupo involucrado se defendió posteriormente diciendo que Peyal se había unido voluntariamente, afirmaciones que Alouji rechazó.
"Consideramos que a esta edad no puede dar su consentimiento, aunque la convencieran con el programa del grupo", dijo Alouji, sentada para una entrevista en la habitación de su hija, llena de peluches y textos escolares.
Los grupos armados -y a veces terroristas- han reclutado a niños a lo largo de los últimos 12 años de conflicto y guerra en Siria. Un nuevo informe de la ONU sobre los niños en conflictos armados, publicado el martes, afirma que el uso de "niños soldados" en Siria va en aumento, incluso cuando los combates en la mayor parte de ese país están llegando a su fin.
Según el informe de las Naciones Unidas, el número de niños reclutados por grupos armados en Siria ha aumentado constantemente en los últimos tres años: de 813 en 2020 a 1.296 en 2021 y 1.696 en 2022.
Entre los que presuntamente reclutan niños está un aliado de Estados Unidos en la batalla contra los extremistas del Estado Islámico (EI): las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) dirigidas por kurdos, según la ONU.
En 2022, la ONU atribuyó la mitad de los casos, o 637, a las FDS y grupos asociados en el noreste de Siria.
El informe señala que la ONU había confirmado 611 casos de reclutamiento por parte del Ejército Nacional Sirio, respaldado por Turquía, que se enfrentó a las FDS en el pasado, y 383 por parte de Hayat Tahrir al Sham, vinculado a Al Qaeda, en el noroeste de Siria. El informe citaba 25 casos de reclutamiento de menores por fuerzas gubernamentales sirias y milicias progubernamentales.
"Se recluta a niños en toda Siria", declaró Bassam Alahmad, director ejecutivo de Syrians for Truth and Justice, organización independiente de sociedad civil.
"En algunos casos, los niños son reclutados a la fuerza", contó. "En otros, los menores se alistan porque ellos o sus familias necesitan el salario. Algunos se alistan por motivos ideológicos o por lealtades familiares o tribales. En algunos casos, los niños son enviados fuera de Siria para luchar como mercenarios en otros conflictos", sostuvo Alahmad.
Los intentos de poner fin a este reclutamiento se han visto complicados por el mosaico de grupos armados que operan en cada parte de Siria.
En 2019, las FDS firmaron un acuerdo con la ONU en el que prometían poner fin al alistamiento de menores de 18 años y crear varias oficinas de protección en su zona. El Departamento de Estado de Estados Unidos defendió a su aliado en un comunicado, diciendo, que las FDS "son el único actor armado en Siria que ha respondido al llamamiento de la ONU para poner fin al uso de niños soldados". Algo que no se ve reflejado en el último informe publicado.
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El número de menores reclutados por milicias armadas en Siria se ha incrementado de forma constante en los últimos tres años.
(SAVE THE CHILDREN)
Nodem Shero, portavoz de una de las oficinas de protección de menores gestionadas por la administración local afiliada a las FDS, reconoció que se sigue reclutando a niños en las zonas donde tienen bajo control.
Sin embargo, el mecanismo de denuncia funciona. Su oficina recibió 20 denuncias en los primeros cinco meses del año, planteó. "Cuatro menores fueron encontrados en las fuerzas armadas de las FDS y fueron devueltos a sus familias. Los demás no estaban con las Fuerzas de Autodefensa", dijo.
En algunos casos, según Nodem, los padres suponen que sus hijos han sido capturados por las FDS, cuando en realidad están con otro grupo.
Alahmad respondió que el reclutamiento por parte del grupo disminuyó después del acuerdo de 2019, pero que las FDS no han intervenido, ya que otros grupos en su área siguen teniendo como objetivo a los niños.
Entre ellos está la Juventud Revolucionaria, un grupo vinculado al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, o PKK, un movimiento separatista kurdo prohibido en Turquía. Las Juventudes Revolucionarias están autorizadas por el gobierno local vinculado a las Fuerzas de Autodefensa, aunque ambos grupos han negado cualquier relación más allá de eso.
El informe de la ONU atribuye 10 casos a las Juventudes Revolucionarias en 2022, pero otros afirman que las cifras son mayores. En un informe de enero, el grupo de Alahmad informó que las Juventudes Revolucionarias eran responsables de 45 de los 49 casos de reclutamiento de menores que documentó en el noreste de Siria en 2022.
Alahmad sostuvo que la administración afiliada a las FDS está mirando hacia otro lado y les pidió que "asuman sus responsabilidades".
Un responsable de las Juventudes Revolucionarias reconoció que el grupo recluta a menores, pero negó que lo haga por la fuerza. "No secuestramos a nadie y no obligamos a nadie a unirse a nosotros", comentó, hablando bajo condición de anonimato de acuerdo con las normas de su grupo.
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Operación del ejército estadounidense en la aldea siria de Atmeh, en la provincia de Idlib, Siria.
(AP)
"Ellos mismos vienen a nosotros y nos dicen su intención de unirse al servicio de la nación", sumó. "No aceptamos a menores si están indecisos".
Cuando se le pregunto puntualmente por el caso de Peyal, este responsable manifestó que la niña "se había quejado de no ser feliz en casa" y de que sus padres "la obligaban a llevar el hiyab".
Alouji, por su parte, declaró que su hija no había dado señales de ser infeliz, y que la noche anterior a su desaparición había dicho que pensaba estudiar para ser abogada.
Un mes después de su desaparición, hace una semana, Peyal volvió a casa.
"Huyó de uno de los campos de entrenamiento del grupo", sostuvo la mamá. Desde el regreso de su hija, "su estado psicológico ha sido difícil porque... fue sometida a un duro entrenamiento", agregó.
Ahora, la familia no se siente segura y está buscando la manera de salir de Siria.