Nada pudo impedir que los austriacos se pasaran al Partido de la Libertad de extrema derecha. Incluso un video filtrado del funeral de un miembro del partido, en el que altos funcionarios del partido asistieron y cantaron una canción que era una canción nazi, no impidió que se convirtiera en el partido que probablemente formará el próximo gobierno. Esta es la primera vez que la extrema derecha lidera el gobierno desde la Segunda Guerra Mundial.
Las muestras preliminares publicadas el domingo mostraron una clara victoria para el Partido de la Libertad, un partido de derecha con características fascistas fundado por oficiales de las SS. El partido obtuvo nada menos que el 28,8% de los votos (un aumento del 12,9% en comparación con las elecciones anteriores). Le siguió el Partido Conservador con el 26% (-11,2%). Los socialdemócratas retuvieron el poder con el 21% de los votos, mientras que los Verdes cayeron cinco puntos porcentuales hasta el 8,4%. Se trata de resultados parciales, con algunos votos de las principales ciudades, donde se esperan más votos liberales, que aún no se han contado.
Esta votación muestra una continuación de la tendencia que se ha extendido por toda Europa: un aumento del apoyo a la extrema derecha y un movimiento de votantes hacia partidos que prometen seguridad personal y una guerra contra la inmigración, aunque sea a expensas de políticas que apoyan al Kremlin y a Putin y se oponen a la Unión Europea.
La ventaja del Partido de la Libertad en las encuestas se redujo antes de las elecciones. Pero una serie de acontecimientos, incluida la cancelación de los conciertos de Taylor Swift en Viena debido a los temores de un ataque terrorista por parte de migrantes, llevaron a su reaparición.
Aunque todos los partidos han anunciado que no cooperarán con Herbert Kiekel, el líder del Partido de la Libertad, que es considerado un extremista incluso para los estándares del partido, la historia ha demostrado dos veces lo contrario. Por su parte, Christian Stocker, secretario general del Partido Conservador, anunció inmediatamente después de conocerse los resultados de las elecciones que "no cooperaremos en una coalición con el Partido de la Libertad. Lo dijimos ayer, lo decimos hoy y lo diremos mañana". Si Kiekel logra formar una coalición, es probable que se forme un bloque pro-putinista entre los países de Europa Central, junto con Hungría y Eslovaquia.