Una caricatura política en un periódico en francés, que describe al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu como un vampiro, ha provocado serias acusaciones de antisemitismo y una fuerte condena.
La caricatura apareció en la edición del miércoles de La Presse, un periódico en francés publicado en Montreal y considerado muy influyente. Muestra a Netanyahu con garras largas, orejas puntiagudas y un largo abrigo negro, imágenes que recuerdan al conde Orlok, un vampiro de la película muda de 1922 Nosferatu.
En la caricatura, Netanyahu está parado en un barco sobre una inscripción que dice "Nosfenyahou en ruta a Rafah". Políticos, incluido el primer ministro canadiense Justin Trudeau y líderes judíos, criticaron la caricatura, calificándola de antisemita y con reminiscencias de la propaganda nazi contra los judíos.
Serge Chapleau, el caricaturista que lo dibujó rechazó las críticas en una entrevista con CBC, y comentó que no creía que fuera antisemita. Sin embargo, a última hora de la mañana, la caricatura ya no aparecía en el sitio web de La Presse y el periódico emitió una disculpa.
Jeremy Levi, alcalde de Hempstead, una ciudad de Montreal con una gran población judía, calificó la caricatura de "extremadamente ofensiva".
"Cualquiera que sea judío entiende el significado de esto", dijo Levi sobre la caricatura. "El problema es que si nos remontamos a hace 100 años, se empezó a hacer en Europa del Este, Alemania y Polonia", agregó.
Chapleau, quien ha dibujado caricaturas políticas para La Presse desde 1996, dijo que la gente está pensando demasiado en el significado de la caricatura.
"Es una caricatura basada en un viejo personaje Nosferatu, un viejo vampiro que va e invade otro país", dijo Chapleau. "Eso es todo, no es peor que eso. Si buscas caricaturas de Netanyahu, verás cosas mucho peores. No es antisemita, no es eso en absoluto", se justificó.
A primera hora de la tarde del miércoles, La Presse publicó una disculpa en su sitio web. "Estaba dirigido al gobierno israelí, no al pueblo judío", se aclaró. Stephanie Garmond, editora en jefe del periódico, dijo que la caricatura pretendía ser una crítica a las políticas de Netanyahu.
"Estaba dirigido al gobierno israelí, no al pueblo judío", expresó. "Nunca fue nuestra intención promover el antisemitismo o los estereotipos dañinos. Por el contrario, La Presse ya ha condenado en voz alta el desafortunado aumento del antisemitismo desde el comienzo de la guerra, en Quebec y en otras partes del mundo". Garmond dijo que la caricatura había sido eliminada de todas las plataformas de La Presse.
El primer ministro Justin Trudeau dijo que La Presse tenía razón al disculparse, pero que nunca debería haber publicado la caricatura en primer lugar. "Es inaceptable traer de vuelta tales diatribas e insinuaciones antisemitas", dijo. "Es inapropiado y lo incorrecto en estos tiempos", agregó.
El ministro federal de Patrimonio, Pascal St-Onge, dijo que la respuesta a la caricatura de La Presse es emblemática de cómo la situación en Oriente Medio está causando tensiones en Canadá, que se ha unido a sus aliados y advierte a Israel que el ataque terrestre en Rafah será "catastrófico".
"Como ministro de Patrimonio, voy a ser muy cuidadoso con la independencia de la prensa", dijo St-Onge. "Las comunidades sienten este conflicto muy profundamente, y es normal que haya críticas a una caricatura de este tipo", señaló.
Pero Ya'ara Saks, ministra de Salud Mental y Adicciones, atacó la caricatura. "El discurso político es importante en este país, y también lo es la crítica política", dijo. "Ver esto, ver a locos antisemitas usando una publicación nacional como ésta, es simplemente vergonzoso".
La embajada israelí en Canadá respondió a la caricatura con una publicación en la plataforma X: "Vergüenza para La Presse por publicar esta vil caricatura. El antisemitismo en Canadá está batiendo récords".
