La senadora vitalicia Liliana Segre manifestó que es víctima de 200 ataques antisemitas por día en las redes sociales, por lo que pidió la creación de un comité parlamentario para combatir el odio, el racismo y el antisemitismo. El parlamento aprobó su moción, pero sin los votos de los partidos de derecha.
Los partidos La Lega (derecha), de Matteo Salvini, Forza Italia (centroderecha), de Silvio Berlusconi, y Fratelli d'Italia (extrema derecha), de Giorgia Meloni, se abstuvieron en la votación, lo que representó un desafío al consenso social que ha marcado a la política italiana de posguerra.
La votación de la semana pasada y una serie de cánticos racistas en un estadio de fútbol centraron la atención en lo que los observadores ven como un incremento de las actitudes antisemitas y racistas en Italia.
Meloni manifestó que se abstuvo porque la comisión no abordó la influencia del extremismo islámico en el antisemitismo. Salvini señaló que le preocupaba que la comisión incluya restricciones a la libertad de expresión. Una postura similar expresó Forza Italia, que sostuvo que la comisión representa "un intento de censura política".
Riccardo Pacifici, el exlíder de la comunidad judía de Roma y miembro de la Fundación Shoah de la capital italiana, dijo que las razones brindadas para las abstenciones son válidas. "Pero si descubrimos que el verdadero motivo por el que no votaron fue porque temían perder el consenso de la extrema derecha, creo que sería problemático para los judíos de Italia", expresó.
El Observatorio sobre prejuicios antijudíos del Centro de Documentos Judíos Contemporáneos, con sede en Milán, que reveló los mensajes de odio dirigidos a Segre en las redes sociales, manifestó que los ataques antisemitas están aumentando en Italia, particularmente los que se realizan en las redes sociales. Hasta finales de septiembre, 190 incidentes antisemitas habían sido reportados este año al observatorio, 120 de ellos en internet. Esto representa un aumento, ya que en 2018 se registraron 153 episodios, y en 2017 se denunciaron 91.
Los incidentes incluyen difamación, insultos, o minimizaciones de la Shoá. También hubo un puñado de casos de amenazas y agresiones: una mujer judía fue abofeteada este año en la provincia norteña de Cuneo y un profesor judío fue escupido en Roma.
El investigador Stefano Gatti se refirió a los ataques sufridos por Segre en las redes sociales. "No se trata sólo de extremistas", señaló. Y añadió: "Esto es muy preocupante".
A pesar del incremento en los incidentes de odio antisemita, Gatti indicó que "el antisemitismo en Italia no es una emergencia social. Los episodios de antisemitismo no son violentos", en comparación con Alemania y Francia, que tienen comunidades judías más numerosas. La colectividad de Italia está compuesta por unas 30 mil personas, mientras que en Francia hay una población de medio millón de judíos (la más grande de Europa) y en Alemania de 200 mil.
