Se espera que el próximo viernes 20 de noviembre finalice la libertad condicional de Jonathan Pollard. Exactamente cinco años después de su liberación de la prisión federal en condiciones restrictivas, regresará a la corte para pedirle al juez que recupere su total independencia y elimine todas las limitaciones impuestas. Si los funcionarios de inteligencia y el Departamento de Justicia de Estados Unidos retiran su objeción a la medida, el tribunal podrá determinar el levantamiento de las restricciones. Pollard y su esposa Esther ya han anunciado que si esto sucede, planean emigrar a Israel.
Desde su liberación en 2015, después de cumplir 30 años de prisión por espiar para Israel, Pollard ha estado sometido a condiciones restrictivas. El exespía estadounidense, que recibió la nacionalidad israelí en 1995, debe usar una pulsera electrónica y debe permanecer en su casa de Nueva York entre las 7 am y las 7 pm. También se le prohíbe cruzar los límites del Estado de Nueva York y ser entrevistado por medios de comunicación. Además, su computadora es monitoreada constantemente, tanto en su hogar como en su oficina. Si el juez decide poner fin a su libertad condicional, Pollard podrá salir de Estados Unidos por primera vez desde su arresto en 1985 y emigrar a Israel.
Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que los funcionarios de inteligencia estadounidenses argumenten que las restricciones a Pollard deberían ampliarse y que se mantenga la prohibición a salir del Estado de Nueva York. En los últimos años, el exespía ha presentado una serie de apelaciones al tribunal en un intento de revocar las estrictas condiciones de su liberación, pero todas han sido rechazadas. Hace apenas tres años, la Fiscalía de Estados Unidos todavía insistía en que las condiciones de liberación de Pollard eran "razonables", ya que estaba cumpliendo cadena perpetua.
Si el tribunal se niega nuevamente a eliminar las condiciones restrictivas anteriores, el único que podría ayudar a Pollard es el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Como es bien sabido, en el período previo a que un presidente abandona el poder en el país norteamericano, el mandatario saliente suele otorgar indultos a presos. Por este motivo, Pollard aspira a que Trump decida poner fin a las restricciones impuestas a su liberación antes de que el presidente electo, Joe Biden, asuma el próximo 20 de enero.
Hasta el día de hoy, se ha rechazado la gran cantidad de solicitudes que han recibido los predecesores de Trump para indultar a Pollard. Pero en Israel, se espera que el presidente estadounidense, quien ha demostrado ser un verdadero amigo del Estado judío, le dé un "regalo de despedida" en forma de indulto al exespía. Sin embargo, la caótica situación política en Estados Unidos aleja esta posibilidad y reduce las probabilidades de que la administración encuentre tiempo para abordar este delicado asunto.
