Dos semanas antes de la reanudación de las conversaciones nucleares en Viena, el Wall Street Journal informó en la noche del martes que Irán volvió a producir piezas de centrifugadoras avanzadas en la planta de Karaj, cuya actividad se había interrumpido en junio luego de una explosión atribuida a un sabotaje israelí.
Diplomáticos occidentales involucrados en los detalles le dijeron al periódico estadounidense que la reanudación de las actividades en Karaj, a 40 kilómetros de Teherán, es un tema de gran preocupación debido a que Irán impide el acceso de los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) dependiente de la ONU. El temor en Occidente es que Irán traslade piezas de centrifugadoras en secreto para enriquecer uranio con fines militares. Fuentes citadas por el Wall Street Journal aseguran que en este momento no hay evidencia de una acción de este tipo.
El informe de este martes se publicó poco antes de la reanudación de las conversaciones indirectas entre Washington y Teherán respecto al regreso de ambos al acuerdo nuclear de 2015, en virtud del cual Irán acordó restricciones significativas a su programa nuclear a cambio de levantar las sanciones internacionales que estrangulaban su economía nacional.
A partir de la retirada estadounidense del acuerdo en 2018, impulsada por el entonces presidente Donald Trump, los iraníes comenzaron a violar los términos del acuerdo, a tal punto que en las plantas nucleares iraníes se comenzó a enriquecer uranio a un nivel del 60%, cercano al 90% que exige la fabricación de una bomba nuclear.
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Representantes de las potencias nucleares se reunirán con funcionarios iraníes a fin de mes en Viena.
(Reuters)
Tras la asunción del presidente Joe Biden en la Casa Blanca, en abril de este año se reanudaron los diálogos indirectos entre Estados Unidos e Irán, a través de la mediación de Gran Bretaña, Alemania, y Francia; otras potencias europeas que firmaron el acuerdo nuclear. La mesa de conversaciones en Viena no logró grandes avances y se congeló en junio.
Después de cinco meses, el 29 de noviembre se reanudarán las conversaciones. Pero en Occidente no son optimistas respecto del nuevo presidente de Irán, el extremista Ebrahim Raisi. La producción de las centrifugadoras avanzadas es uno de los principales puntos de discordia: desde que comenzó a violar el acuerdo Irán produjo más de mil y sus capacidades permiten a los iraníes acortar el tiempo necesario para fabricar armas nucleares.
