El grupo libanés Hezbollah y sus aliados perdieron la mayoría parlamentaria, según los resultados finales de las elecciones del martes, en una votación en la que más de una docena de políticos independientes obtuvieron escaños.
El resultado supuso un fuerte cambio en un país devastado por la actual crisis financiera y el aumento de la pobreza.
"Los libaneses saben que la situación se volvió desastrosa y que la solución no está en manos de la actual clase dirigente"
Wissam Raji, funcionario de las Fuerzas Libanesas
Los resultados finales de las elecciones del domingo no mostraron una clara mayoría para ningún grupo, lo que indica un parlamento fragmentado y profundamente polarizado, dividido entre legisladores a favor y en contra de Hezbollah, que tendrán dificultades para trabajar juntos para formar un nuevo gobierno y promulgar las reformas que tanto se necesitan.
La coalición liderada por Hezbollah obtuvo 61 escaños en la legislatura de 128 miembros, lo que supone un descenso de 10 miembros desde la última votación celebrada hace cuatro años, una pérdida debida en gran parte a los reveses sufridos por los socios políticos del grupo. Aun así, los resultados fueron aclamados como un "gran avance" para los grupos opositorios y a los otros partidos políticos mayoritarios del país a los que se culpaba del colapso, introduciendo más caras nuevas e independientes.
El partido nacionalista Fuerzas Libanesas Cristianas, el mayor opositor de Hezbollah, resultó ser el mayor ganador, mientras que su rival cristiano, el Movimiento Patriótico Libre, fundado por el presidente Michel Aoun, sufrió un revés político.
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Un cartel de la campaña de Hezbollah antes de los comicios del 15 de mayo en el Líbano.
(Reuters)
"Los resultados muestran que el estado de ánimo de los libaneses está en contra de esta clase dirigente y también está en contra del alineamiento político con Irán"
Wissam Raji, funcionario de las Fuerzas Libanesas
Aunque es cristiano, el Movimiento Patriótico Libre es un aliado del chiíta musulmán Hezbollah. Las Fuerzas Libanesas tienen ahora el mayor bloque del parlamento, con 21 escaños, superando al Movimiento Patriótico Libre, que tiene ahora 18, lo que supone un descenso de tres escaños respecto a la anterior votación.
Los independientes y los recién llegados, incluidos los del movimiento de protesta de 2019, obtuvieron 14 escaños. Se trata de un logro importante, teniendo en cuenta que acudieron a la votación fragmentados y enfrentados a la intimidación y las amenazas de los partidos mayoritarios.
Su actuación envía un fuerte mensaje a los políticos de la clase dominante, que durante décadas se aferraron a sus escaños, a pesar de la crisis económica que empobreció al país y provocó la mayor oleada de emigración desde la guerra civil de 1975-90. "Los resultados muestran que el estado de ánimo de los libaneses está en contra de esta clase dirigente y también está en contra del alineamiento político con Irán", declaró el funcionario de las Fuerzas Libanesas, Wissam Raji.
"Los libaneses saben que la situación se volvió desastrosa y que la solución no está en manos de la clase dirigente", agregó. "La solución pasa por un cambio radical en el mapa político de Líbano a todos los niveles", explicó Raji, cuyo grupo participó en la mayoría de los gobiernos hasta octubre de 2019.
Los resultados también presagian un parlamento fuertemente polarizado, dividido entre legisladores pro y anti-Hezbollah que tendrán dificultades para trabajar juntos para formar un nuevo gobierno y aprobar las leyes necesarias para promulgar las reformas para una recuperación financiera en Líbano.
Con los dos bloques principales enfrentados entre sí, los analistas afirmaron que los resultados podrían conducir a una mayor parálisis en un momento en que el país necesita desesperadamente la unidad.
El portavoz del Secretario General de la ONU, Stéphane Dujarric, pidió la "rápida formación de un gobierno inclusivo" que pueda finalizar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y acelerar la aplicación de las reformas necesarias para encaminar al Líbano hacia la recuperación. La ONU instó "al nuevo parlamento a adoptar urgentemente toda la legislación necesaria para estabilizar la economía", según Dujarric.
Las elecciones parlamentarias del domingo fueron las primeras desde que comenzó el colapso económico del Líbano a finales de 2019. Las facciones del gobierno no hicieron prácticamente nada para abordar el colapso, dejando a los libaneses a su suerte mientras se hunden en la pobreza, sin electricidad, medicinas, recogida de basura o cualquier otra apariencia de vida normal. La votación es también la primera desde la explosión en el puerto de Beirut en agosto de 2020 que mató a más de 200 personas, hirió a miles y dañó partes de la capital.
