Washington informó a Jerusalem acerca de su disgusto por los recientes ataques contra objetivos iraníes atribuidos a Israel, así como de lo que llamó el "alarde" israelí con respecto a estos incidentes, indicaron las fuentes.
La administración Biden cree que el reciente ataque a la instalación nuclear iraní en Natanz, que se atribuyó a Israel, y la decisión de represalia de Irán de enriquecer uranio hasta en un 60% podrían torpedear las negociaciones en curso destinadas a restaurar el acuerdo de 2015 para frenar las aspiraciones nucleares de Teherán.
Las conversaciones que se llevan a cabo en Viena involucran a las principales potencias mundiales que intentan salvar el acuerdo abandonado por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en 2018.
El director del Mossad, Yossi Cohen, y el asesor de seguridad nacional, Meir Ben-Shabbat, viajarán a Estados Unidos en las próximas semanas para mantener conversaciones sobre la situación.
Israel y Estados Unidos ya tuvieron dos diálogos estratégicos sobre el tema, en los que participaron el asesor de seguridad nacional estadounidense Jack Sullivan y el secretario de Defensa Lloyd Austin. Austin visitó Israel la semana pasada para conversar con el ministro de Defensa Benny Gantz y el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Mientras tanto, el Gabinete de Seguridad de Israel se reunió a las 4 p. m. del domingo por primera vez desde febrero para discutir las recientes escaladas con Irán. La reunión dirigida por Netanyahu se centró en múltiples informes, incluso dentro de los medios israelíes, de que Israel estuvo detrás del ataque a las instalaciones de Natanz y la posterior decisión de Teherán de intensificar el enriquecimiento de uranio.
El gabinete también tenía programado discutir los supuestos ataques israelíes a barcos iraníes y el presunto sabotaje de barcos de propiedad israelí por parte de Irán.