Al menos 14 combatientes de las milicias proiraníes en Siria, en su mayoría iraquíes, murieron en bombardeos nocturnos contra sus posiciones en el este del país, informó este domingo la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
Esta organización atribuyó a Israel los ataques perpetrados en la provincia siria de Deir Ezzor, en la frontera con Irak. Por el momento, Israel no reaccionó ante estas informaciones.
"Más de una decena de bombardeos aéreos tuvieron como blanco posiciones de milicias proiraníes" en los alrededores de Bukamal, ciudad situada muy cerca de la frontera, precisó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
Los bombardeos mataron a "ocho iraquíes y seis afganos", precisó.
El sector está dominado por las facciones proiraníes que cuentan a menudo con milicianos extranjeros.
Israel no reivindica sistemáticamente sus ataques en Siria, pero desde el inicio del conflicto en 2011 en este país, ha perpetrado cientos de bombardeos contra las fuerzas del régimen sirio, pero también contra las de sus aliados, Irán y el grupo terrorista libanés, Hezbollah.
El miércoles, el ejército israelí bombardeó objetivos iraníes y sirios en el sur de Siria después de que fuerzas de Israel hallaran explosivos en los Altos del Golán, cerca de la frontera con el país árabe. Según reportes, en las ofensivas murieron tres oficiales de la Defensa Aérea siria, cinco iraníes pertenecientes a la Fuerza Quds (de la Guardia Revolucionaria de la República Islámica) y dos ciudadanos libaneses o iraquíes, señaló el OSDH. La Unidad de portavoces de las FDI indicó que los explosivos fueron colocados por "un escuadrón sirio liderado por fuerzas iraníes".
En la provincia de Deir Ezzor, las fuerzas del régimen cuentan con el apoyo de milicias extranjeras, en especial combatientes iraquíes e iraníes.
En esta misma provincia también está presente una alianza de combatientes kurdos y árabes, apoyada por los aviones de la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
Esta coalición internacional antiyihadista también admitió que había atacado a fuerzas prorrégimen.