El jefe del Partido Laborista británico, Sir Keir Starmer, despidió el jueves a una miembro de su gabinete por compartir un artículo en el que una actriz conocida por su apoyo a Jeremy Corbyn afirmó que los oficiales de policía estadounidenses que mataron a George Floyd estaban utilizando métodos adquiridos en Israel.
"Esta tarde, Keir Starmer le pidió a Rebecca Long-Bailey que se retirara del gabinete", expresó el portavoz del líder laborista.
"Como líder del Partido Laborista, Keir ha dejado en claro que restablecer la confianza con la comunidad judía es su prioridad número uno. El antisemitismo toma muchas formas diferentes y es importante que todos luchemos contra él", manifestó.
"Las tácticas utilizadas por la policía en Estados Unidos, que se arrodillaron sobre el cuello de George Floyd, fueron aprendidas de seminarios con los servicios secretos israelíes", aseguró Maxine Peake al periódico The Independent en un artículo publicado el jueves.
El periódico agregó un comentario de la policía de Israel que desmintió la acusación, explicando que "no hay táctica o protocolo que llame a presionar el cuello o las vías respiratorias".
La entrevista generó críticas generalizadas de los judíos británicos, que durante mucho tiempo han expresado su alarma por el aumento del antisemitismo en el partido bajo el liderazgo de Corbyn.
Pero Long-Bailey, que era ministra de educación antes de su despido, tuiteó la entrevista de Peake con el comentario: "Maxine Peake es un diamante absoluto".
El despido de Long-Bailey fue bien recibido por la Junta de Diputados de judíos británicos, que agradeció a Starmer por tomar medidas concretas.
"Después de que Rebecca Long-Bailey compartió una teoría conspirativa, nosotros le dimos la oportunidad de retractarse y disculparse. Para nuestra sorpresa y consternación, su respuesta fue patética", aseguró la presidenta de la Junta, Marie van der Zyl.
"Es correcto que después de tantos años desafiantes los laboristas ahora limpien su imagen bajo el nuevo liderazgo", agregó.
Starmer reemplazó a Corbyn como líder laborista en abril, luego de que este último llevara al partido a dos derrotas sucesivas en las elecciones generales. El nuevo líder prometió hacer del trato con el antisemitismo institucional del partido una de sus principales prioridades.
Corbyn, un diputado de extrema izquierda de Londres y veterano defensor de los derechos de los palestinos, recibió repetidas críticas por la negativa de su partido a abordar el fenómeno. El partido está siendo investigado actualmente por antisemitismo por la Comisión independiente de Igualdad y Derechos Humanos. Starmer ha prometido su plena cooperación con la investigación.