El presidente Joe Biden, hablando en una cumbre de líderes árabes, dijo el sábado que Estados Unidos "no se alejará" de Medio Oriente mientras trata de garantizar la estabilidad en un rincón volátil del mundo e impulsar el flujo mundial de petróleo para revertir el aumento de los precios del gas.
Sus comentarios, pronunciados en el Consejo de Cooperación del Golfo mientras cierra la última etapa de un viaje de cuatro días, se producen cuando la región se prepara para una posible confrontación con Irán.
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El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, llegan para posar para la foto durante la reunión "GCC + 3" (Consejo de Cooperación del Golfo) en un hotel en la ciudad costera de Jeddah, en el Mar Rojo.
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"No nos alejaremos ni dejaremos un vacío para ser llenado por China, Rusia o Irán", agregó Biden. "Buscaremos aprovechar este momento con un liderazgo estadounidense activo, de principios", continuó el mandatario.
Aunque las fuerzas estadounidenses continúan atacando a los terroristas en la región y permanecen desplegadas en bases en todo el Medio Oriente, Biden sugirió que estaba pasando página después de las invasiones del país a Irak y Afganistán.
"Hoy, estoy orgulloso de poder decir que las eras de las guerras terrestres en la región, guerras que involucraron a un gran número de fuerzas estadounidenses, no están en marcha", dijo.
Biden también presionó a sus homólogos, muchos de los cuales lideran gobiernos represivos, para hablar a favor del respeto a los derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres, y permitir que sus ciudadanos hablen abiertamente.
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El presidente Joe Biden llega al Aeropuerto Internacional Rey Abdulaziz, en Jeddah, Arabia Saudita
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"El futuro lo ganarán los países que liberen todo el potencial de sus poblaciones", dijo, aun permitiendo que la gente "cuestione y critique a los líderes sin temor a represalias".
Antes del discurso, Biden pasó la mañana reunido individualmente con los líderes de Irak, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos, con algunos de los cuales nunca se había sentado a dialogar diplomáticamente.
Biden invitó a Mohammed bin Zayed Al Nahyan, quien se convirtió en presidente de los Emiratos Árabes Unidos hace dos meses, a visitar la Casa Blanca este año, y agregó que esperaba "otro período de cooperación fuerte y creciente" entre sus países bajo el liderazgo del jeque.
La cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo en la ciudad portuaria de Jeddah, en el Mar Rojo, es una oportunidad para que Biden demuestre su compromiso con la región después de pasar la mayor parte de su presidencia centrada en la invasión rusa de Ucrania y la creciente influencia de China en Asia.
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El presidente Joe Biden se reúne con el príncipe heredero de Abu Dhabi, Mohammed bin Zayed Al Nahyan.
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Horas antes de que comenzara la conferencia, la Casa Blanca publicó imágenes satelitales que indican que los funcionarios rusos han visitado recientemente Irán dos veces para ver drones con capacidad de armas que está buscando adquirir para su uso en la guerra en Ucrania.
Ninguno de los países representados en la cumbre se ha movido en sintonía con Estados Unidos para sancionar a Rusia, una prioridad clave de política exterior para la administración Biden. En todo caso, los Emiratos Árabes Unidos se han convertido en una especie de refugio financiero para los multimillonarios rusos y sus yates multimillonarios. Egipto, en tanto, permanece abierto a los turistas rusos.
Publicar imágenes satelitales que muestran que los funcionarios rusos visitaron el aeródromo de Kashan el 8 de junio y el 15 de julio para observar los drones podría ayudar a la administración a vincular mejor la relevancia de la guerra con las propias preocupaciones de muchas naciones árabes sobre las ambiciones nucleares de Irán, el programa de misiles y el apoyo a los militantes en la región.
Un alto funcionario de la administración Biden, que informó a los periodistas antes de la cumbre, dijo que los esfuerzos de Moscú para adquirir drones de Teherán muestran que Rusia está "apostando efectivamente por Irán".
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Joe Biden, durante la reunión bilateral que mantuvo con el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sissi.
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La asistencia de Biden a la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo siguió a su reunión del viernes con el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, gobernante de facto del reino rico en petróleo y heredero al trono que actualmente ocupa su padre, el rey Salman.
El presidente de Estados Unidos había rechazado inicialmente al príncipe Mohammed por los abusos contra los derechos humanos, en particular el asesinato del escritor estadounidense Jamal Khashoggi, que los funcionarios de inteligencia de Estados Unidos creen que probablemente fue aprobado por el príncipe heredero.
Pero Biden decidió que necesitaba reparar la relación de larga data entre los dos países para abordar el aumento de los precios de la gasolina y fomentar la estabilidad en la volátil región.
Biden y el príncipe Mohammed se saludaron con un golpe de puño cuando el presidente llegó al Palacio Real en Jeddah, un gesto que fue rápidamente criticado. Biden dijo más tarde que no evitó discutir el asesinato de Khashoggi durante su reunión.
El tema creó un comienzo "helado" de la discusión, según un funcionario estadounidense informado del tenor de las conversaciones privadas.
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El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, en el Palacio Real Al Salman, durante la visita de Biden.
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Sin embargo, el ambiente finalmente se volvió más relajado, dijo el funcionario, mientras hablaban sobre seguridad energética, expansión del acceso a Internet de alta velocidad en el Medio Oriente y otros temas. Biden incluso trató de poner algo de humor en la conversación al final de la reunión, según el funcionario, que habló bajo condición de anonimato.
La cadena de noticias Al Arabiya, de propiedad saudí, citando a una fuente saudí no identificada, informó que el príncipe Mohammed respondió a la mención de Biden de Khashoggi diciendo que los intentos de imponer un conjunto de valores pueden ser contraproducentes. También dijo que Estados Unidos había cometido errores en la prisión de Abu Ghraib en Irak, donde los detenidos fueron torturados, y presionó a Biden sobre el asesinato de la periodista palestina estadounidense Shireen Abu Akleh durante una reciente redada israelí en la ciudad cisjordana de Jenin.
Adel Al-Jubeir, ministro de Estado de Asuntos Exteriores del reino, calificó la visita de "gran éxito" y descartó las preguntas sobre la fricción entre los dos países.
"Tal vez los escépticos son personas que buscan teatralidad o drama. La realidad, sin embargo, es que esta relación es muy sólida"
"Tal vez los escépticos son personas que buscan teatralidad o drama. La realidad, sin embargo, es que esta relación es muy sólida", dijo a Arab News, una organización de noticias saudí.
En su discurso, Biden ofreció su visión más plena hasta ahora para la región y el papel que jugará Estados Unidos allí, dijo la Casa Blanca. También se espera que la administración Biden anuncie mil millones de dólares en asistencia de seguridad alimentaria para el Medio Oriente y el norte de África.
El primer viaje del presidente a Medio Oriente se produce 11 meses después de la caótica retirada de Estados Unidos de Afganistán, y mientras Biden apunta a volver a priorizar a Estados Unidos lejos de las guerras ruinosas de Medio Oriente y los conflictos en curso que se extienden desde Libia hasta Siria.
En general, hay poco en lo que los nueve jefes de Estado de Medio Oriente estén de acuerdo cuando se trata de política exterior. Por ejemplo, Arabia Saudita, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos están tratando de aislar y exprimir a Irán sobre su alcance regional y sus representantes. Omán y Qatar, por otro lado, tienen relaciones diplomáticas sólidas con Irán y han actuado como intermediarios para las conversaciones entre Washington y Teherán.
