A sus 72 años, el agricultor sirio, Izzadin Zuhaira, ha sobrevivido a la guerra, al desplazamiento y al devastador terremoto ocurrido en febrero. Pero ahora, los incendios forestales que arrasaron su provincia natal de Latakia, convirtiendo en cenizas sus queridos huertos, fueron "lo peor que ha visto".
"Nunca presencié un clima así. El suelo y los árboles estaban tan afectados por el calor que se incendiaron rápidamente", comentó Zuhaira a Reuters.
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Izzadin Zuhaira, agricultor sirio afectado por los masivos incendios forestales.
(Reuters)
Este jubilado vivía de las cosechas de unos 700 olivos, granados y nogales, pero todos quedaron destruidos por la propagación del fuego.
Su modesta granja de una sola planta, ya dañada por años de guerra, se resquebrajó aún más con el terremoto de febrero, que dejó más de 5.000 muertos en Siria y golpeó duramente Latakia.
"Tras el seísmo, llegaron los incendios y acabaron con ella. Nos dejaron sin nada", declaró Zuhaira.
Al igual que otros países ribereños del Mediterráneo, Siria se vio duramente afectada por los incendios forestales, alimentados por fuertes vientos y temperaturas abrasadoras.
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Un hombre camina con su bicicleta en la ciudad de Douma, Guta Oriental, en Damasco, Siria.
(Reuters)
Los bomberos tuvieron dificultades para apagarlos en lugares como Homs y Hama a mediados de julio, y el incendio de Latakia se prolongó durante cinco días antes de que los equipos de rescate pudieran controlarlo, según declaró el sábado el ministro de Agricultura sirio, Mohammad Hassaan Qatna.
"Había varios lugares incendiados. La rápida velocidad del viento influyó en la excesiva propagación de incendios", declaró Qatna a Reuters durante una visita a la zona.
Otros retos para los bomberos fueron la baja cobertura de telecomunicaciones en el norte y la adquisición de trajes ignífugos o piezas de repuesto para los equipos de extinción, explicó.
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Un bombero intenta extinguir un incendio forestal, en la campiña septentrional de Latakia, Siria.
(Reuters)
La crisis climática se suma a los 12 años de conflicto en Siria, junto con las sanciones occidentales, la contracción monetaria vinculada a la crisis económica del Líbano y la pérdida por parte del gobierno de sus territorios productores de petróleo del noreste que llevaron a un colapso financiero.
El sábado se pudo ver a los bomberos bombeando agua desde un camión para extinguir las llamas en una ladera boscosa de Latakia.
El ministerio no tenía aún una cifra definitiva de hasta dónde se habían extendido los daños, pero Qatna informó que los pinares de la región estaban muy afectados. "El pino es como el carbón para estos incendios", explicó.
Siria se vio gravemente afectada por el cambio climático en los últimos años, como el aumento de las temperaturas y la irregularidad de las lluvias, que provocaron incendios forestales y malas cosechas.
"Las tormentas de polvo, la desertificación y la pérdida de tierras amenazaron los medios de subsistencia de los agricultores durante años", sostuvo Suhair Zakkout, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja en Siria.
"Los sirios ya eran especialmente vulnerables debido a las repercusiones de más de 12 años de conflicto, lo que les hace aún más difícil hacer frente a los efectos del cambio climático", señaló Zakkout a Reuters.