Hasta ahora, 31 naciones han decidido boicotear una reunión de la ONU con motivo del 20 aniversario de la Conferencia Mundial contra el Racismo de Durban, que se llevará a cabo a fines de esta semana, debido a la naturaleza antisemita del evento en el pasado, lo que marca una importante victoria diplomática para Israel.
La primera conferencia se llevó a cabo en Durban, Sudáfrica, del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2001, y cubrió varios temas controvertidos, incluido el conflicto israelí-palestino.
"A diferencia del gobierno anterior, que se rindió antes de esta conferencia, pudimos demostrar que el mundo no está tan en contra de nosotros como pensamos"
Yair Lapid, ministro de Relaciones Exteriores de Israel
Las delegaciones de Estados Unidos e Israel se retiraron del evento debido a objeciones relacionadas con un borrador de documento que equiparaba al sionismo con el racismo.
El objetivo de la conferencia era abordar el tema del racismo, pero rápidamente se convirtió en un evento abiertamente antiisraelí, liderado por grupos palestinos y de boicot.
Desde entonces, se ha celebrado una conferencia de seguimiento en la Asamblea General de la ONU cada cinco años. El ex presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad participó en el evento como invitado de honor en la edición de 2009 y pidió por la destrucción de Israel.
A principios de este año, Estados Unidos e Israel votaron en contra de la aprobación del presupuesto de la ONU para 2021 en protesta por la decisión de la organización internacional de realizar la conferencia en la Asamblea General de este año.
El canciller Yair Lapid lideró los esfuerzos para boicotear el evento conmemorativo, manteniendo conversaciones con decenas de sus homólogos en todo el mundo. Otros diplomáticos israelíes también participaron en la campaña de boicot, encabezada por el representante de Israel ante la ONU, Gilad Erdan.
"A diferencia del gobierno anterior que se rindió antes de esta conferencia, pudimos demostrar que el mundo no está tan en contra de nosotros como pensamos", dijo Lapid.
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Conferencia Mundial Contra el Racismo celebrada en agosto del 2001 en Durban, Sudáfrica.
(Ron Da Silva/ONU)
"Llegar a una situación en la que 31 países boicotean la Conferencia de Durban es una prueba de un poder político que no existe desde hace mucho tiempo, y que toda la teoría [del ex primer ministro Benjamín Netanyahu] de que todos están en contra de nosotros es incorrecta", agregó.
Hasta el domingo, 20 países han anunciado oficialmente sus intenciones de boicotear la conferencia, incluidos Estados Unidos, Canadá, Australia, Reino Unido, Países Bajos, Alemania, Austria, República Checa, Hungría, Israel, Francia, Bulgaria, Croacia, Italia, Chipre, Grecia, Rumania, Nueva Zelanda, Eslovenia y Eslovaquia.
Otras 11 naciones también han decidido retirarse del evento, pero aún no han emitido una declaración oficial.
Otros países que participarán en la conferencia, como Bélgica, fueron convencidas de degradar a sus delegados que acudan a ella.
