El primer ministro de la Autoridad Palestina (AP), Mohammed Shtayyeh, instó el sábado a la Unión Africana a retirar la acreditación de Israel, lo que despertó tensiones latentes cuando el bloque de 55 miembros inauguró una cumbre de dos días en Addis Abeba, Etiopía.
A pesar de que el continente se encuentra atravesando por una situación compleja debido a una serie de golpes militares y a la pandemia de coronavirus, se estima que la relación con Israel será uno de los principales temas que discutirán los representantes de los países que forman parte de la Unión Africana.
"Israel nunca debería ser recompensado por su violación a los derechos humanos y por el régimen de apartheid que impone al pueblo palestino"
Mohammad Shtayyeh, primer ministro de la Autoridad Palestina
La disputa dentro del bloque se inició en julio pasado cuando Moussa Faki Mahamat, presidente de la Comisión de la Unión Africana, aceptó la acreditación de Israel en el bloque, lo que desencadenó un inusual cruce dentro de un organismo que valora el consenso.
Mientras los jefes de Estado se reunían en la capital de Etiopía, Shtayyeh pidió al organismo que rechazara la medida de Faki. "Israel nunca debería ser recompensado por su violación a los derechos humanos y por el régimen de apartheid que impone al pueblo palestino", manifestó.
Faki respondió: “Lamento informarle que la situación del pueblo palestino sólo se ha vuelto más precaria”.
Durante la cumbre podría llevarse a cabo una votación sobre si respaldar o rechazar la decisión de Faki, lo que podría generar una división sin precedentes en el bloque.
La acreditación de Israel el año pasado generó protestas de miembros influyentes, incluidos Sudáfrica y Argelia, que argumentaron que la medida contradecía las declaraciones de la Unión Africana, que solían emitirse en apoyo a los palestinos.
Previamente el sábado, Faki afirmó que el compromiso de la Unión Africana por la independencia era "inalterable y sólo puede seguir fortaleciéndose".
Sin embargo, defendió la acreditación de Israel, señalando que podría ser "una herramienta al servicio de la paz" y pidió "un debate sereno" sobre el tema.