Arabia Saudita no normalizará completamente las relaciones con Israel hasta que se alcance una solución de dos estados con la población palestina, dijo el sábado el ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Adel al-Jubeir, en una entrevista con CNN News.
"Hemos dicho que Arabia Saudita apoya la Iniciativa de Paz Árabe. De hecho, lo ofrecimos. Hemos dejado claro que la paz llega al final de este proceso, no al principio de él", añadió el diplomático saudita.
"También hemos dicho que los países que firmaron los Acuerdos de Abraham con Israel han tomado sus decisiones soberanas (...) Esperamos que esas decisiones tengan un impacto positivo en los esfuerzos internos israelíes", añadió al-Jubeir.
Cuando se le preguntó si Arabia Saudita estaba preparada para unirse a los Acuerdos de Abraham, Jubeir dijo que el reino ha dejado en claro que "necesitamos tener un proceso, y este proceso debe incluir la implementación de la Iniciativa de Paz Árabe".
"Una vez que nos hemos comprometido a un acuerdo de dos estados con un estado palestino en los territorios ocupados con Jerusalem oriental como su capital, ése es nuestro requisito para la paz", reiteró.
Biden, en su primer viaje a Oriente Medio como presidente, se ha centrado en la cumbre prevista con seis estados del Golfo y Egipto, Jordania e Irak, al tiempo que restó importancia a la reunión con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman. Ese encuentro ha generado críticas en Estados Unidos por los abusos sauditas contra los derechos humanos.
Biden había prometido hacer de Arabia Saudita un "paria" en el escenario global por el asesinato en 2018 del periodista Jamal Khashoggi por agentes saudíes, pero finalmente decidió que los intereses de Estados Unidos dictaban una recalibración, no una ruptura, en las relaciones con el principal exportador de petróleo y potencia árabe del mundo.
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, reunidos en Jeddah.
(Reuters)
Biden necesita la ayuda del gigante de la OPEP, Arabia Saudita, en un momento de altos precios del crudo y otros problemas relacionados con el conflicto entre Rusia y Ucrania y mientras alienta los esfuerzos para poner fin a la guerra de Yemen, donde existe una tregua temporal. Washington también quiere frenar la influencia de Irán en la región y la influencia global de China.
El funcionario de la administración dijo que Estados Unidos tiene la esperanza de ver un aumento de la producción de la OPEP en las próximas semanas. Se espera que Biden presione a otros productores del Golfo para que bombeen más petróleo. La alianza OPEP+, que incluye a Rusia, se reúne el próximo 3 de agosto.
Preocupaciones de Irán
Riad y Abu Dhabi se han sentido frustrados por las condiciones de Estados Unidos sobre la venta de armas y por haber sido excluidos de las conversaciones indirectas entre Estados Unidos e Irán destinadas a revivir un pacto nuclear de 2015 que consideran defectuoso por no abordar las preocupaciones regionales sobre el programa y el comportamiento de misiles de Teherán.
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Momento de la reunión entre los representantes diplomáticos de Estados Unidos y Arabia Saudita.
(AFP)
"La demanda más importante de los líderes saudíes y otros líderes del Golfo, y los árabes en general, es la claridad de la política de Estados Unidos y su dirección hacia la región", dijo Abdulaziz Sager, presidente del Centro de Investigación del Golfo con sede en Riad.
Israel, que comparte sus preocupaciones sobre Irán, alentó el viaje de Biden al reino, con la esperanza de que fomentara el calentamiento entre Arabia Saudita e Israel como parte de un acercamiento árabe más amplio después de que los Emiratos Árabes Unidos y Bahrein forjaran lazos con Israel en pactos negociados por Estados Unidos que recibieron las bendiciones de Riad.
En una señal de progreso bajo lo que Biden describió como un proceso innovador, Arabia Saudita dijo el viernes que abriría su espacio aéreo a todas las compañías aéreas, allanando el camino para más sobrevuelos hacia y desde Israel.
Washington y Riad también anunciaron la retirada de Estados Unidos y otras fuerzas de paz de Tirán, una isla entre Arabia Saudita y Egipto en una posición estratégica que conduce al puerto israelí de Eilat. Las tropas han sido estacionadas como parte de los acuerdos alcanzados en 1978 y que condujeron a un acuerdo de paz entre Israel y Egipto.
Un plan para conectar los sistemas de defensa aérea podría ser difícil de vender para los estados árabes que no tienen vínculos con Israel y se resisten a ser parte de una alianza vista como contra Irán, que ha construido una fuerte red de representantes en toda la región, incluidos Irak, Líbano y Yemen.
El alto funcionario emiratí Anwar Gargash dijo el viernes que la idea de una llamada OTAN en Oriente Medio era difícil y que la cooperación bilateral era más rápida y efectiva. leer más
Los Emiratos Árabes Unidos, dijo, no respaldarían un enfoque de confrontación: "Estamos abiertos a la cooperación, pero no a la cooperación dirigida a ningún otro país de la región y menciono específicamente a Irán".
