El gobierno de Tailandia está luchando para hacer frente a las nuevas restricciones de viaje luego de que Israel prohibiera a los ciudadanos de Tailandia y otros tres países y territorios del sudeste asiático ingresar por preocupaciones relacionadas con el coronavirus.
Israel anunció que rechazaría la entrada a todos los ciudadanos extranjeros que viajaron a Tailandia, Singapur, Hong Kong y Macao durante los últimos 14 días. Mientras que los ciudadanos y residentes israelíes que regresen de esos destinos deberán permanecer aislados en sus casas durante dos semanas.
Hasta el momento, Israel no ha confirmado ningún caso de infección por COVID-19 dentro del país.
El portavoz adjunto del Ministerio de Relaciones Exteriores de Tailandia, Natapanu Nopakun, comunicó que el embajador del país en Tel Aviv le había pedido al gobierno que revisara su decisión de prohibir la entrada a los tailandeses.
"Creemos que Israel reconsiderará la decisión ya que Tailandia no es el único país afectado por el anuncio", mencionó.
Israel ya había impuesto a fines de enero una prohibición similar a los extranjeros que ingresan desde China.
La última prohibición podría incomodar a los viajeros de negocios de Singapur, que al igual que Israel es un centro importante para proyectos relacionados con la alta tecnología.
Las consecuencias para Tailandia podrían ser más sustanciales. Alrededor de 25.000 trabajadores tailandeses están empleados en Israel, principalmente en el sector agrícola. En muchos casos, son el principal sostén de sus familias que viven en el noreste de Tailandia, un sector económicamente desfavorecido.