"Respetamos su decisión soberana que ordena nuestra partida", señala la carta firmada por el general William H. Seely, comandante de las operaciones militares estadounidenses en Irak, un día después de que el Parlamento iraquí aprobara una moción para instar al gobierno a expulsar a las tropas extranjeras.
Sin embargo, minutos después de que la comunicación se hiciera pública, el jefe de Estado Mayor del ejército de Estados Unidos desmintió la información, alegando que, si bien la carta era auténtica, fue enviada por error.
Estados Unidos tenía 5.200 soldados desplegados en Irak antes de que, la semana pasada, llegaran varios centenares más para proteger la embajada, situada en la Zona Verde -un barrio de Bagdad custodiado por importantes medidas de seguridad-, atacada el martes por miles de manifestantes pro-Irán.
Frente al aumento de las tensiones, Washington anunció recientemente el despliegue de entre 3.000 y 3.500 soldados suplementarios en la región, "muy probablemente" para enviar una parte a Irak, según un responsable estadounidense.