El enfrentamiento militar en la región de Nagorno Karabaj, que desde el inicio de la semana provocó decenas de muertos en la frontera entre Azerbaiyán y Armenia, ocurre a 2 mil kilómetros de Jerusalem pero también tiene sus implicancias para Israel.
En los últimos años se estrecharon lazos con Azerbaiyán, país de mayoría musulmana, especialmente desde 2016 cuando se firmó un amplio acuerdo de exportación de armas. Ante la sorpresa israelí, muchos detalles del acuerdo fueron llamativamente revelados por el presidente azerí luego de reunirse en Bakú con el primer ministro Benjamín Netanyahu.
Si bien Israel tiende a ocultar sus acuerdos con países de esta región, especialmente cuando mantienen conflictos activos con sus vecinos, publicaciones azaríes aseguraron que el gobierno local le compró a la industria de defensa israelí armamento por un valor cercano a los 5 mil millones de dólares.
En los últimos dos años, como parte de la cooperación de seguridad entre los países, aviones de transporte del Ministerio de Defensa de Azerbaiyán aterrizaron en reiteradas ocasiones en una base de operaciones israelí y cargaron equipos de seguridad. A veces fueron aviones IL-76 Allusion operados por el propio ministerio de Azerbaiyán, y a veces aviones de transporte de Silk Way Airlines que operan para el gobierno de Bakú.
El jueves pasado, antes de que escalara la violencia en Nagorno-Karabaj, dos de estos aviones aterrizaron en Israel. Esta mañana, ya en pleno combate, ocurrió lo mismo pese a las voces que se alzan en Armenia para exigir que Israel deje de proveer armas al ejército azerí.
Se estima que una gran parte de las armas israelíes vendidas a Azerbaiyán son terrestres y aéreas, entre ellas drones de tecnología avanzada. Según el Washington Post, en los últimos años los azeríes han atacado objetivos armenios en Nagorno-Karabaj utilizando UAV itinerantes tipo IAI, que se desplazan largas distancias y en sus momentos finales sirven como misiles, lo que les valió el apodo de "UAV suicidas".
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Enclave separatista de Nagorno-Karabaj, el área de conflicto entre Azerbaiyán y Armenia.
(AFP)
Ron Ben Yishai, periodista de Ynet especializado en asuntos militares y de seguridad, asegura que el interés israelí en mantener un buen vínculo con Azerbaiyán proviene de los buenos precios del petróleo y de la frontera común con Irán, un país cuyo 23% de la población es de origen azerí, entre ellos el líder supremo Ali Jamenei.
No son públicos los beneficios operativos y de inteligencia que Israel obtiene con este vínculo, pero medios de comunicación de alcance global publicaron artículos sobre las actividades de inteligencia israelí contra Irán que se realizan desde Azerbaiyán.
En términos prácticos, y a diferencia de lo que ocurre en otras arenas políticas, en este conflicto Israel y Turquía están del mismo lado ya que Ankara es uno de los principales soportes de Bakú. De hecho, el gobierno turco y los judíos de Azerbaiyán fueron los mediadores de esta estrecha relación con Jerusalem. Si bien Israel también mantiene relaciones diplomáticas con Armenia, las mismas no son tan fluidas debido a la influencia rusa y las armas que Moscú vende a los armenios.
