El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, elogió una reunión que mantuvo el miércoles con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pero los analistas le informaron a The Media Line que los problemas graves entre los aliados de la OTAN siguen sin resolverse.
La reunión se produjo un mes después de que Turquía lanzó una incursión en Siria contra combatientes kurdos, aliados de Estados Unidos en la lucha contra ISIS. Ankara declaró que los kurdos en Siria están conectados con una milicia en Turquía que Ankara y Washington consideran una organización terrorista.
Las divisiones entre los dos líderes sobre el noreste de Siria fueron claras durante una conferencia de prensa después de su reunión.
Un periodista turco preguntó si un líder sirio-kurdo, que según Ankara está relacionado con terroristas, será invitado a Washington.
En respuesta, el presidente Trump respondió: "Estamos trabajando muy de cerca juntos y también estamos trabajando muy de cerca junto con su presidente".
"Soy un gran admirador del presidente", declaró sobre Erdogan quien visitó la Casa Blanca a pesar de la oposición de muchos en el Congreso estadounidense a recibirlo. "Hemos sido amigos durante mucho tiempo".
Más tarde, Erdogan insistió en que Turquía era el socio más confiable en la región contra el terrorismo, probablemente contrastando a su país con los combatientes kurdos en Siria que fueron ampliamente elogiados por su lucha contra el ISIS.
Erdogan agregó que Turquía estaba luchando contra los terroristas y no contra el pueblo kurdo, y enfatizó que había gente kurda trabajando en su gobierno.
Otro punto clave de disputa entre los dos países es la compra por parte de Turquía del sistema de defensa aérea S-400 de fabricación rusa que los Estados Unidos afirman que socavaría la tecnología de sus aviones de combate F-35. En respuesta, Washington echó a Ankara del programa de aviones de combate y puede imponer sanciones.
Aykan Erdemir, miembro principal de la Fundación para la Defensa de las Democracias y ex parlamentario del principal partido republicano de la oposición, señaló la declaración del presidente Trump de que el científico turco-estadounidense de la NASA Serkan Golge regresaría a los Estados Unidos "en un futuro no muy lejano" después de que fue encarcelado y luego puesto bajo arresto domiciliario en Turquía durante la ofensiva posterior al golpe fallido de 2016.
"Podría ser una victoria menor pero significativa para Trump", explicó Erdemir.
Sin embargo, agregó que no hubo anuncios de política significativos sobre los profundos conflictos entre los dos países.
"Esta fue una conferencia de prensa bastante opaca", manifestó. "Posiblemente, esto es un reflejo del hecho de que ninguno de estos temas candentes se resolvió hoy".
Durante la conferencia de prensa, el presidente Trump declaró a los periodistas que invitó a algunos senadores, incluido Lindsey Graham, a reunirse con el presidente turco.
Erdemir sospechaba que la verdadera razón de la reunión en Washington era que Erdogan se reuniera con senadores que podrían ayudar a Turquía a evitar las sanciones.
"Esa es probablemente la verdadera historia aquí", sostuvo Erdemir. “Creo que lo que realmente importa es que Erdogan tuvo la oportunidad de reunirse con senadores republicanos. Veremos si los habrá convencido lo suficiente como para evitar el voto de sanciones en el Senado ".
Alan Makovsky, miembro principal del Centro para el Progreso Americano que anteriormente se ocupó de los asuntos turcos en el Departamento de Estado de Estados Unidos, manifestó que el Congreso es el obstáculo clave para que Turquía mejore su situación en las sanciones y los aviones de combate estadounidenses.
“El presidente Trump puede levantar la suspensión de la participación turca en la coproducción del F-35, pero es probable que el Congreso sea un obstáculo. Según todos los indicios, es probable que el Congreso insista en que se detenga la participación turca a menos que Turquía renuncie al S-400 ”, declaró Makovsky.
Agregó que el estado de ánimo en el Congreso contra Turquía no podría ser peor.
"La mejor esperanza de Turquía a ese respecto es que la acusación absorba tanto oxígeno en el Congreso que los legisladores no tienen tiempo para concentrarse en Turquía".
Otro punto clave de discusión habría sido el caso del banco estatal turco Halkbank, que enfrenta cargos por ser parte de un complot para eludir las sanciones contra Irán.
