Se está volviendo cada vez más claro que el plan de anexar partes de Judea y Samaria es una apuesta negligente y peligrosa, y si el primer ministro, Benjamín Netanyahu, finalmente lo lleva a cabo, representará una grave amenaza para la seguridad nacional israelí.
Esta seguridad nacional proviene de la maravillosa y efectiva coordinación con Jordania y la Autoridad Palestina (AP).
Estos acuerdos otorgan a Israel un espacio estratégico que abarca desde el mar Mediterráneo hasta la frontera jordano-iraquí, un área que mantiene al país seguro y sirve como elemento disuasorio contra las amenazas terroristas y militares.
El esfuerzo necesario para mantener este logro es bastante pequeño y exige un dedicación mínima de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), gracias a las capacidades de inteligencia del país y a la coordinación en seguridad con Jordania y la AP.
Mientras tanto, incluso la intención misma de anexar está provocando controversia y resistencia tanto en Europa como en una gran parte de los Estados Unidos, incluso con el candidato presidencial demócrata, el exvicepresidente, Joe Biden.
Además, los vecinos árabes de Israel, contrariamente a las promesas dadas en otro momento, no apoyan el plan de paz del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y no se prevé que ninguna nación cambie de opinión en el corto plazo.
Más allá del rechazo internacional, debemos preguntarnos en qué se convertirá Israel cuando se anexione tierras habitadas por millones de palestinos.
Tal movimiento probablemente roerá la legitimidad de la Autoridad Palestina hasta el punto de su colapso, abriendo la puerta a grupos radicales como Hamás para culpar al presidente palestino Mahmoud Abbas por el fracaso del proceso de paz y emprender el camino de la violencia y el terrorismo.
Israel ya debe lidiar con la amenaza de Irán y sus representantes en la región, una tarea que requiere de muchos recursos. Socavar la estabilidad y la tranquilidad en el frente jordano puede perjudicar la acción necesaria contra las amenazas terroristas.
¿Por qué es necesaria la anexión? No hay una respuesta lógica. En este momento, incluso si no sucede, su fracaso incluso dañaría las relaciones con los Estados Unidos, dado que su actual presidente ha sido insultado por líderes israelíes y figuras públicas.
El escenario de un país binacional con una población dividida entre judíos y palestinos es especialmente inquietante y pondría a prueba el sueño sionista.
Los líderes de Israel deben eliminar la idea de anexión, pero aún así fortalecer su presencia militar en el Valle del Jordán.
El esquema del plan y la visión de los Estados Unidos sobre el mismo aún no están claros, dado que los estadounidenses actualmente están lidiando con importantes conflictos internos.
La anexión es innecesaria y potencialmente muy perjudicial para la seguridad actual y futura de Israel.
No se debe sumar esta medida a una a la lista de decisiones estratégicas perjudiciales que el país ha tomado en el pasado.