Hace dos años una unidad de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ingresó a Nablus para un operativo que inesperadamente terminó en un intercambio de disparos con las fuerzas de seguridad palestinas, luego de que los combatientes israelíes los confundieran con terroristas armados. El incidente terminó con un herido y el enojo del lado palestino, que requirió bastantes esfuerzos para calmar los ánimos y volver a la normalidad.
Lo que ocurrió aquella vez y la reciente muerte de dos miembros de las fuerzas palestinas en Jenin son apenas dos ejemplos de las fricciones que a menudo se producen en Cisjordania entre las fuerzas de seguridad israelíes y palestinas, quienes mantienen una relación sensible que generalmente suele resistir a estas tensiones.
La coordinación de seguridad entre israelíes y palestinos incluye la libertad de acción de las FDI para el arresto de sospechosos dentro de regiones controladas por la Autoridad Palestina. Estos operativos suelen desarrollarse durante la noche, luego de que las fuerzas palestinas reciben una comunicación del ejército israelí informando el horario de la incursión.
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Los oficiales de seguridad palestinos que murieron en un enfrentamiento con combatientes israelíes.
(Inteligencia Militar Palestina)
Cuando eso ocurre la policía palestina evacúa la zona para evitar tiroteos como el del miércoles a la noche. ¿Por qué no se respetó ese procedimiento en el incidente en Jenin? Porque el operativo fue realizado por una unidad que ingresó al área de manera encubierta, en vehículos con patentes palestinas y vestidos de civil para mimetizarse con la población local.
Las fricciones suelen ocurrir cuando estas unidades son descubiertas en puestos de control palestinos, o si se produce un intercambio de disparos entre las fuerzas israelíes y las personas buscadas por las FDI, y la policía palestina suele confundir a los soldados con una banda criminal.
En esos casos los funcionarios de seguridad israelíes que funcionan como enlace con las fuerzas palestinas tratan de restablecer las relaciones lo antes posible. Y las experiencias históricas indican que, aunque pueden alzarse protestas desde el otro lado, la coordinación de seguridad vuelve a la normalidad poco tiempo después.
El operativo fue realizado por una unidad de las FDI que ingresó al área de manera encubierta, en vehículos con patentes palestinas y vestidos de civil para mimetizarse con la población local.
Pero todo tiene un contexto y el incidente en Jenin ocurrió en un momento de alta tensión y una estabilidad de seguridad frágil, debido a las secuelas de los enfrentamientos en Jerusalem y la operación Guardián de los Muros.
Hamás busca explotar este evento y se apresuró a elogiar a los miembros de las fuerzas palestinas asesinados, por lo que definen como heroísmo para devolver fuego al ejército israelí. Por eso esta vez, además de los esfuerzos habituales para recuperar la calma, el sistema de defensa israelí debe sofocar el fuego que Hamás intenta encender en sus mensajes al público palestino de Cisjordania.
Las crisis de coordinación más importantes entre Israel y la Autoridad Palestina se produjeron por eventos de implicancias geopolíticas, como el año pasado cuando el gobierno israelí impulsó proyectos de anexión en Cisjordania que finalmente no se materializaron. Por el momento los incidentes puntuales no afectaron gravemente la coordinación, pero la alta sensibilidad y tensión de estos días no permiten depositar toda la confianza en las experiencias pasadas.
