El gigante del software Amdocs está despidiendo a unos 1.000 empleados debido al daño severo al negocio de la compañía a raíz del brote de coronavirus. Del otro lado de la escena tecnológica israelí, las nuevas empresas pudieron recaudar unos increíbles 2.3 mil millones de dólares en el segundo trimestre según los datos de IVC, una suma igual al récord conseguido durante el mismo período en 2019.
Los aumentos muestran la capacidad de recuperación de la industria de startups israelí y la capacidad de las empresas para reunir inversores aun en medio de la peor crisis de su historia. Las startups existen en un mundo paralelo, donde las empresas dependen de los fondos. Amdocs existe en el mismo mundo que el resto de la humanidad, en el que las personas hacen negocios, en el que hay una pandemia y en el que las empresas estadounidenses, que proporcionan la mayor parte de los ingresos de la escena tecnológica israelí, están lidiando con una enorme crisis económica y de salud y han quedado paralizadas durante muchos meses.
Las ganancias trimestrales de Amdocs alcanzan aproximadamente mil millones de dólares y una gran parte de ellas provienen de los Estados Unidos. Los ejecutivos de la compañía han estado advirtiendo sobre la incertidumbre en el mercado estadounidense desde hace meses. Ahora, la falta de éxito está siendo reemplazada por una realidad demasiado dura y clara, expresada en medidas extremas que pueden permitir a la compañía reducir el golpe que sufrió a raíz del COVID-19.
Amdocs es una advertencia dolorosa para otras compañías de software israelíes que operan en el magullado mercado estadounidense. Es un mercado que actualmente se enfoca en la supervivencia, no en el crecimiento, y todo lo que no esté en el centro de la estrategia comercial de las compañías será descartado. Buena suerte a la empresa israelí que intente renovar un contrato con un cliente estadounidense.
La larga fiesta de las startups israelíes puede verse amortiguada temporalmente, pero no mucho. Venden sueños de ganancias futuras a cambio de las pérdidas actuales. Los inversores globales están sentados en grandes cantidades de dinero en efectivo y desean ampliarlo invirtiendo en las tecnologías del mañana. Ese sueño sigue siendo relevante. Lamentablemente, no se puede decir lo mismo de muchas de las compañías tecnológicas maduras durante estos tiempos difíciles.
