El líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, habló nuevamente la semana pasada sobre una “solución final” al problema sionista. Los países europeos lo condenaron y las cosas siguieron como siempre.
La guerra cibernética con la República Islámica continúa a toda marcha. El daño causado a Israel fue marginal, pero Irán pagó un alto precio.
Sólo una cosa está clara: con o sin sanciones, con o sin coronavirus, el régimen iraní está conformado por locos que prefieren invertir en desarrollar sistemas de misiles contra Israel que en mejorar la vida de sus ciudadanos.
Entonces la pregunta no es si habrá un conflicto en el que los iraníes usen el arsenal de cohetes que suministraron a Hezbollah, sino cuándo. Esto bien podría devolver al Líbano a la Edad Media, pero Israel tampoco saldrá ileso.
Recibí una llamada telefónica de un conocido profesor de física. Me contó sobre una reunión en la que participó con funcionarios de seguridad y científicos. Todos estaban de acuerdo en que Israel no está listo para una próxima guerra, ni contra Irán ni contra Hezbollah. El ejército no está preparado, y si bien sus cohetes no van a destruir el país, el daño será de gran alcance.
Los asistentes a la reunión tuvieron una acalorada discusión sobre si Israel debería implementar un nuevo sistema de defensa aérea basado en tecnología láser. Sus defensores afirman que proporcionaría a los civiles una protección mucho mejor por un costo mucho más bajo que el actual sistema de 'Cúpula de Hierro', cuyas baterías cuestan 100 millones de dólares por unidad y cada cohete 50.000.
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Ilustración del sistema de defensa láser que podría implementar Israel.
(Ministerio de Defensa de Israel)
Los enemigos de Israel podrían llevar al país a la quiebra mediante la producción en masa de cohetes primitivos que cuestan sólo unas pocas decenas de dólares. Ambas partes presentaron argumentos profesionales, libres de intereses personales, pero mi escasa comprensión del tema no me permitió decidir cuál es el mejor sistema de defensa.
Quienes se oponen al sistema láser pueden estar cayendo en un error que podría costar miles de vidas, similar al cometido antes de la Guerra de Yom Kipur de 1973, de que Egipto no atacaría a Israel y que Siria no atacaría sin Egipto.
Es una discusión que debemos abordar con una mente abierta, incluso si al final resulta que todos estos expertos y científicos son charlatanes que no saben nada. Insto al nuevo ministro de defensa, Benny Gantz, a consultar a estas personas. Él sabe quiénes son y sabe que se trata de especialistas que han dedicado sus vidas a la seguridad de Israel.
