La realidad general, y su dimensión estratégica en particular, están en constante cambio, lo que deriva en la necesidad de otorgarle más importancia a la doctrina de la seguridad nacional.
A menudo usamos el término disuasión para describir nuestra fuerza frente a las amenazas enemigas, pero esta disuasión no es solo el resultado de un combate físico, sino que en la realidad actual también es sinónimo de inteligencia.
Para cuidar la seguridad del país debemos tener inteligencia sobre túneles subterráneos, misiles y capacidades de cohetes y rutas de suministro de armas desde Siria al Líbano, como así también un conocimiento actualizado sobre cualquier terrorista solitario que pueda en cualquier momento llevar a cabo un ataque.
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Teniente general Aviv Kochavi, jefe de las Fuerzas de Defensa de Israel.
(Haim Horenstein)
Todo esto requiere que nuestros militares recluten a las mejores personas y dispongan de las mejores tecnologías.
La disuasión es una percepción sostenida por nuestros enemigos, pero nace del poder militar de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y se deriva de acciones que hemos tomado en momentos específicos para contrarrestar amenazas determinadas. Debemos permanecer atentos y preservar nuestras capacidades para mantener nuestra disuasión.
Nosotros, en las FDI, hemos desarrollado durante el año pasado un plan a largo plazo, cuya esencia es una receta para derrotar al enemigo, utilizando las capacidades de ataque del ejército para aumentar nuestra superioridad sobre el enemigo y doblegarlo en el menor tiempo posible. Una vez más, para completar este plan, debemos tener los mejores comandantes y los mejores desarrolladores de tecnología.
Durante la última década, el principio de defensa ha agregado el de seguridad cuando se trata del objetivo principal de los militares. Estamos comprometidos a defender las fronteras del país y a su pueblo en tiempos de guerra y en tiempos de paz. Este compromiso debe estar sobre las espaldas de miles de combatientes y los mejores comandantes, líderes que pueden tomar las decisiones correctas y cumplir sus misiones.
La prevención ahora también es parte de la agenda principal de las FDI. Debemos ser capaces de prevenir amenazas inminentes y establecer la mejor estructura para los conflictos que se avecinan. Continuamos impidiendo que nuestro enemigo aumente su poderío militar, ya que apuntamos contra su armamento y dañamos su tecnología, lo que podemos hacer sólo porque tenemos a las mejores personas asignadas para estas tareas.
David Ben Gurion, quien engendró la doctrina de defensa de Israel, dijo: "Debemos tener un ejército capaz de prevenir la derrota y asegurar la victoria".
También manifestó que los militares deben estar formados por personas de la más alta calidad, no solo por su talento sino también por su fortaleza moral y por los ejemplos que pueden brindar a las próximas generaciones.
"Las mejores personas deberían querer servir en el ejército más allá de los años requeridos, sabiendo que su educación y su situación financiera no sufrirían como resultado de ello", expresó Ben Gurion.
Él estaba en lo correcto. Debemos cuidar a nuestros soldados y oficiales por el bien de nuestra nación y por nuestra seguridad.
Las FDI están compuestas por personas talentosas y motivadas que están orientadas a objetivos y están dispuestas a renunciar a carreras más lucrativas para permanecer al servicio de la nación. Estas personas son la fuente de nuestra fuerza. Llevarán a cabo las misiones que les asignamos y protegerán nuestro futuro.
