Reunión de Netanyahu con el bloque de derecha

El líder de los "republicanos israelíes" maneja los hilos de la derecha

Opinión: el mapa político de Israel se parece cada vez más al de Estados Unidos. Netanyahu amenazó al ministro de Defensa y presionó para que se formaran alianzas en otros partidos.

Limor Livnat - Adaptado por Leandro Fleischer |
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Ayer (miércoles) partió el tren desde la estación. El proceso electoral comienza. Otro más. Y los ciudadanos están preocupados, desesperados, y se preguntan qué ocurrirá. Algunos de ellos se convierten en personas apáticas. Eso no significa que no les interese lo que sucede en este país. Les importa, y mucho. Es muy importante para ellos que las cosas estén bien en su nación. Después de todo, esta es su casa, la de sus hijos, de sus padres, de sus familias y de sus amigos. Esta es el hogar de nuestro pueblo. Lo que la gente más desea es vivir aquí tranquila, sin demasiadas discusiones con sus amigos, sus compañeros de trabajo o su familia.
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Reunión de Netanyahu con el bloque de derecha
Reunión de Netanyahu con el bloque de derecha
Reunión de Netanyahu con el bloque de derecha
(Ynet)
Los ciudadanos quieren que se lleven a cabo elecciones una vez cada cuatro años, con un poco de propaganda política durante tres meses. Y luego, que haya perdedores y ganadores. Quieren que haya un gobierno por cuatro años con presupuesto y con un orden de prioridades que a algunos les gustará más y a otros menos. Así es como debe ser una democracia: una mayoría y una minoría a la que no se le violen sus derechos, por supuesto.
Sin embargo, se llevará a cabo una tercera ronda electoral. ¿Habrá una cuarta? Nadie lo sabe.
Comenzamos el año 2020 sin presupuesto nacional y con ministerios que funcionan con una pequeña fracción del presupuesto habitual. El país no será gobernado como se debe. Nos quedaremos con los titulares y las consignas, y así será, en el mejor de los casos, por un año entero. Y esto sucede a pesar de que Israel debe enfrentar uno de los desafíos más complejos y peligrosos en su historia en materia de seguridad, y está bien preparado para hacerlo. Además, en el ámbito económico, los desafíos tampoco son simples, ya que el país tiene un enorme déficit y no cuenta con un presupuesto nacional. A pesar de que la economía florece, sus frutos no llegan a todos los ciudadanos.
Es una verdadera locura que hayan tres rondas electorales en un año, por lo que nos preguntamos ¿qué sucederá? ¿Alguien sabe? ¿Alguien sabrá?
Después del cierre de listas, el mapa político de cara a las elecciones se asemeja cada vez más al de Estados Unidos: dos partidos grandes, uno republicano y otro demócrata. En nuestro país el escenario es similar, pero dividido en dos bloques. Netanyahu está involucrado en lo que sucede en las facciones que se encuentran a la derecha del Likud y se ve a sí mismo como el líder de ‘los republicanos’, a saber, el bloque de derecha, que intenta abarcar bajo su paraguas a todos los que pueda, incluidos a aquellos que desertan de Kajol Labán.
Netanyahu no sólo está involucrado en los asuntos de otros partidos, sino que además ejerce presión sobre ellos.
El primer ministro amenazó a Naftali Bennett con quitarle el cargo de ministro de Defensa si no lograba unir a toda la derecha en un único partido. Para ello, Netanyahu presionó a Bennett con incluir en la alianza a Itamar Ben-Gvir, quien tenía colgada en su casa la imagen del autor de la Masacre de Hebrón, Baruj Goldstein. Pero el ministro de Defensa no aceptó.
Sin embargo, Hayamín Hajadash, liderado por Bennett, se vio obligado a establecer una alianza con los polémicos ministros Rafi Peretz y Bezalel Smotrich. Pero Ben-Gvir ya era demasiado.
En este juego de “compras y ventas” de parlamentarios, no importa lo que se afirmó ayer. Los políticos pasan de un partido a otro sin importar si momentos antes de hacerlo denigraban a la misma facción a la que se unieron a último momento. En este asunto no sólo pecaron en el Likud, sino también en la alianza de Avodá-Guesher-Meretz.
No sorprende que la gente esté cansada. La sensación es que cada día se cae un poco más bajo. Entonces nos preguntamos de nuevo: ¿qué sucederá? Nadie sabe.
Limor Livnat se desempeñó como ministra del Likud
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