Si el cese de fuego dura, la reciente escalada de Israel con la Yihad Islámica tuvo características que hicieron recordar a la operación "Cinturón Negro" que comenzó en noviembre de 2019 con el asesinato de Baha Abu al-Ata. Pero si se la compara hay diferencias fundamentales en relación a la que, tal vez, fue el operativo más exitoso de Israel en los últimos años.
A diferencia de lo que ocurrió el año pasado, esta vez Israel no tuvo la iniciativa sino que fue arrastrado por la Yihad Islámica y su reacción desenfrenada. Y el fuego se detuvo solo después de que los pandilleros organizados señalaron que estaban listos para frenar, solamente después de que dijeran la última palabra. Por este contraste tal vez esta escalada mereciera llamarse "Cinturón Blanco".
En menos de dos días, unos 100 cohetes de la Yihad Islámica fueron disparados contra comunidades israelíes dispararon contra comunidades israelíes. La respuesta israelí fue simplemente el ataque a un pelotón terrorista en Gaza que terminó con heridas de sus cuatro miembros. El resto de los escuadrones palestinos se mantuvo a salvo en sus bases, a diferencia de los 26 terroristas muertos durante la operación Cinturón Negro, la mayoría de ellos eliminados antes, durante o después del lanzamiento de un cohete hacia el sur.
Al parecer, las Fuerzas de Defensa de Israel (FD) tienen objetivos precarios cuando se trata de la Yihad Islámica. Prueba de ello es que la mayoría de los ataques de la Fuerza Aérea fueron dirigidos contra un pequeño número de bases pertenecientes a la organización, o a una serie de torres de observación que el grupo terrorista levantó cerca de la frontera.
Un objetivo de este tipo es legítimo, pero no tanto como para que el vocero de las FDI realizara un anuncio especial sobre esta acción militar: una torre de este tipo no es más que una construcción precaria con una escalera, en una colina, con vista a la frontera. No se atacaron puntos sensibles que sacudieran a la Yihad Islámica.
Además es probable que en las próximas horas haya autoridades que se jacten de haber logrado que Israel saque a Hamás del círculo de lucha. Pero la realidad es mucho más compleja e indica que Hamás no levantó un dedo para detener al escuadrón de la Yihad Islámica que intentó atacar a las FDI la semana pasada.
