El Líbano todavía está en estado de shock y su gobierno disfuncional aún no ha comenzado a investigar las causas de la explosión de Beirut que se cobró la vida de más de 100 personas.
Sin embargo, dos hechos ya pueden señalarse con confianza. El primero consiste en que la explosión del depósito donde se almacenaban 2.750 toneladas de nitrato de amonio fue el resultado de un accidente en cadena y no de una explosión intencional y deliberada. Comenzó como un incendio en un depósito de combustible que aparentemente encendió un depósito de fuegos artificiales u otro tipo de explosivos y causó la explosión inicial y muchos minutos después un estallido de tanques de nitrato de amonio.
El nitrato de amonio se usa comúnmente para hacer fertilizantes agrícolas, pero es un material inestable y explosivo que, bajo ciertas condiciones, calor extremo o un estallido cercano, puede convertirlo en un gran dispositivo explosivo que causa mucho daño. Ha habido casos en el pasado en que los barcos que transportaban este material se incendiaron y explotaron.
En 1995, la oficina del Departamento de Estado de los Estados Unidos en Oklahoma fue atacada por una organización estadounidense de extrema derecha utilizando explosivos caseros, cuyo ingrediente principal era el nitrato de amonio. Los resultados de la explosión en Oklahoma City son muy similares a los de la noche en Beirut.
El segundo hecho que cabe señalar es que Israel no estuvo involucrado en esta tragedia. Esta afirmación no sólo está basada en las declaraciones del primer ministro, del ministro de Defensa, del ministro de Relaciones Exteriores y del presidente, sino también en el patrón de las operaciones, encubiertas o no, de Israel.
En el marco de las ‘batalla entre guerras’ del ejército y también de las actividades del Mossad, siempre se tiene el máximo cuidado para prevenir el daño en los alrededores, especialmente a los civiles que no están involucrados. En la mayoría de sus operaciones, Israel también trata de no dañar a los combatientes iraníes o de organizaciones terroristas palestinas cuando destruye instalaciones militares y depósitos de armas.
Esto se debe a que Israel intenta evitar que la otra parte tenga una motivación para llevar a cabo una venganza, lo que podría llevar a una escalada, algo en lo que Israel, como principio estratégico, no está interesado. La prueba más clara que demuestra que Israel no está involucrado en el hecho son las imágenes de la tragedia, que muestran que todo comenzó como un simple incendio en tanques de combustible, y luego se extendió incontrolablemente a otras áreas.
Si bien Israel tiene interés en dañar depósitos de armas y talleres destinados a mejorar la precisión de los misiles de Hezbollah en el Líbano, en el puerto de Beirut, donde hay muchos agentes extranjeros según la mejor información de la que dispongo, no existen tales instalaciones, e incluso si existieran, no podrían ser destruidas por el fuego.
Es posible suponer que incluso después de que los ciudadanos del Líbano se recuperen del golpe, probablemente no se produzca un gran cambio en la situación de su país, que ya era muy mala incluso antes del desastre. La explosión tuvo lugar en Beirut, que ha estado atravesando por momentos turbulentos y con muchas manifestaciones, y es una especie de burbuja en la realidad libanesa. Los ciudadanos de Beirut, que ahora estarán ocupados buscando soluciones de vivienda y salvando lo que queda de su propiedad, no estarán disponibles durante largas semanas para protestar contra el gobierno.
En las zonas rurales no se produjeron daños, por lo que las cosas continuarán como siempre. Lo que probablemente suceda es que la explosión en Beirut aumente las olas de emigración desde el Líbano a países extranjeros y los desplazamientos dentro del Líbano. Los residentes de Beirut se trasladarán en grandes cantidades a las áreas rurales, si es que encuentran un medio de vida allí, y aquellos que tienen familia en el extranjero intentarán irse.
Sorprendentemente, es muy posible que el desastre realmente mejore la situación económica del Líbano ya que el Banco Mundial y países extranjeros, liderados por Francia, le han prometido asistencia, pero hasta ahora no la han podido entregar debido a las sanciones de Estados Unidos y porque el gobierno es corrupto, disfuncional y está controlado por Hezbollah. Es probable que después de la tragedia, los países donantes liderados por Francia aprueben otorgar la asistencia que el Líbano pide y que el presidente francés ha prometido. Se trata de 11 mil millones de dólares.
Los estadounidenses, que se han opuesto a que el FMI proporcionara ayuda al Líbano, podrían retirar su oposición a raíz del desastre. Si eso sucede, y es probable que suceda, rescatará al Líbano del estado actual de bancarrota económica y le permitirá obtener algo de moneda extranjera para financiar importaciones y otras cosas, siempre que el corrupto gobierno libanés y los políticos libaneses corruptos no roben esa ayuda también.
Absurdamente, después del desastre, el Líbano podría optar por regresar a Occidente y alejarse en cierta medida de la influencia iraní porque Hezbollah no podrá resistirse a recibir ayuda occidental.
El desastre tampoco impedirá una fuerte respuesta de las FDI
El Hezbolá post-desastre intentará demostrar que es un "defensor del Líbano" y utilizará todas las capacidades médicas y organizativas que tiene y que ha acumulado en preparación para la guerra con Israel, para otorgar asistencia inmediata, médica, logística e incluso financiera a los afectados. En tal situación, donde el Líbano está lamiendo sus heridas y en estado de shock, es probable que Hezbollah como organización, y su líder, Hassan Nasrallah, que tiene sentidos agudos, concluyan que este no es el momento de enfrentarse con Israel a través de represalias por la eliminación de uno de sus miembros en Siria.
Aunque el Líbano está bajo el control de Hezbollah, la comunidad chiíta, y especialmente los aldeanos en el sur del Líbano, no perdonarán a Nasrallah si los enreda en un conflicto importante con Israel. En el sur del Líbano y también en Beirut, los miembros de la comunidad chiíta y Hezbollah son conscientes de la preparación militar en Israel y de la respuesta que las FDI están preparando si el grupo terrorista trata de vengarse.
Si en Hezbollah tenían dudas, la ofensiva de las FDI contra Siria ayer les dejó en claro que Israel, en principio, no evitará llevar a cabo ninguna acción contra la organización, incluso si Beirut aún se lame las heridas por el terrible desastre. Por lo tanto, es probable que Hezbollah retrase sus intentos de llevar a cabo una represalia para un momento más apropiado cuando dicha acción no provoque una ira políticamente peligrosa dentro del Líbano.
Es probable que Hezbollah tenga dificultades en el Líbano ahora, ya que muchos ciudadanos saben dónde esconde la organización sus armas, explosivos y misiles, especialmente en el área de Beirut e importantes ciudades como Baalbek, Sidon, Tiro y Nabatieh. Siguiendo las lecciones del desastre, esos mismos ciudadanos ahora exigirán que Hezbollah retire estos depósitos explosivos, que probablemente sean dañados por Israel, debido a la proximidad de éstos a la población civil.
Al principio, esta demanda será discreta, pero podría ganar impulso, poner en peligro las capacidades de Hezbollah de almacenar armas dentro de zonas con concentraciones de población civil y socavar su legitimidad como organismo autorizado para poseer armas en territorio libanés.
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Es probable que Hassan Nasrallah, líder de Hezbollah, retrase la venganza por la eliminación de uno de los miembros de la organización en Siria.
(AFP)
En este contexto, es importante tener en cuenta que, aunque sea poco probable que Hezbollah lleve a cabo un ataque de represalia en este momento, Israel debe continuar su preparación para tal ataque hasta que quede claro, a través de información de inteligencia o de una declaración de Nasrallah, que Hezbollah no tiene la intención de llevar a cabo un ofensiva en este momento.
El que podría beneficiarse de la situación es Irán, que ya ha ofrecido ayuda al Líbano. Esta asistencia, que llegará por aire y mar, también podría incluir componentes para mejorar la precisión de los misiles que Irán está tratando de entregar al Líbano pero no logra hacerlo a través de Siria o por aire.
Dentro de los contenedores de ayuda, Irán puede introducir fácilmente dichos componentes y permitir que Hezbollah los use rápidamente para mejorar la precisión de sus misiles. La República Islámica también planea enviar combustible al Líbano e incluso una estación de energía en un barco. Todo esto podría permitirle a Teherán eludir las sanciones estadounidenses.
En cuanto a los estadounidenses, Donald Trump ha ofrecido ayuda al Líbano, pero el irresponsable y pirómano presidente de Estados Unidos, no hay otras palabras para describir el daño que ha hecho en su declaración de anoche, dijo: "Parece un ataque realizado con algún tipo de bomba". Una declaración de este tipo, en la que Trump se basó en generales anónimos que nadie conoce, implícitamente atribuyen la responsabilidad a Israel y arrojan grandes dudas sobre la inequívoca declaración israelí de que no estuvo involucrado.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dañado a Israel con su declaración apresurada.
(AP)
Aunque Trump no mencionó explícitamente a Israel, se sabe que el Estado judío es un aliado del presidente y en el pasado la mayor parte de la información sobre actividades secretas de las FDI y el Mossad provino de fuentes estadounidenses en los Estados Unidos y no directamente de Israel. Trump ha causado daños incalculables al Estado de Israel en su apresurada e infundada observación. Los funcionarios norteamericanos le han dicho explícitamente a los medios estadounidenses que no saben sobre qué base Trump hizo las declaraciones y quién le proporcionó esa información que está causando tanto daño a Israel, al Medio Oriente y al mundo en general.
Asistencia israelí a pesar de la crisis del coronavirus
Por otro lado, el ofrecimiento de ayuda de Israel tiene un significado práctico. Israel puede ayudar al Líbano, a pesar de que está en guerra con este país, de tres maneras: primero, evacuar al personal de la fuerza de la ONU y a los extranjeros en general, que se encontraban en el puerto de Beirut o en buques cercanos, y que necesitan tratamiento médico.
Un segundo tipo de ayuda es la entrega de equipos médicos, tiendas de campaña y equipos de purificación de agua a Beirut, que tiene escasez de electricidad y muchas casas e instalaciones sanitarias en ruinas.
Un tercer tipo de asistencia consiste en el establecimiento de un hospital de campaña cerca de la frontera, dentro del territorio israelí, para tratar a los heridos que lleguen desde Beirut, con la asistencia de las Naciones Unidas y después de atravesar por un chequeo de seguridad.
Es imposible hablar de un desastre en una escala como la explosión en Beirut sin pensar en lo que habría sucedido y si tal cosa nos podría haber pasado a nosotros. La respuesta es que la probabilidad de que esto ocurra en Israel, por ejemplo en el área de plantas petroquímicas en Haifa, es menor que en Beirut.
Las instalaciones petroquímicas en la bahía de Haifa y en los puertos de Israel están mucho mejor protegidas que en Beirut. Las medidas de seguridad adoptadas en Israel son mucho más estrictas, pero debe tenerse en cuenta que el hecho mismo de la presencia de materiales peligrosos y fábricas en el corazón de zonas pobladas crea una amenaza que puede materializarse a pesar de todas las medidas de seguridad adoptadas.
Por lo tanto, para que lo que les sucedió a los libaneses no nos pase a nosotros debería haber una creciente presión pública para alejar las fábricas que utilizan materiales peligrosos de la población civil.
