Cualquier anexión de territorio en Judea y Samaria sería un golpe perjudicial para la seguridad nacional de Israel y principalmente desestabilizará la relativamente tranquila frontera con Jordania.
El reino hachemita ha sido un aliado del Estado judío desde el tratado de paz de 1994. La región fronteriza entre los dos Estados incluso se ha convertido en una zona de seguridad estratégica que se extiende hasta Irak.
Esta zona de seguridad ya no es el hogar de las guerrillas de fedayines que aterrorizaron a la nación durante la década de 1950. Exceptuando algunos enfrentamientos esporádicos, la frontera entre los dos Estados sigue siendo pacífica, y la "mano invisible" de las fuerzas de seguridad jordanas debería ser elogiada por eso.
Cualquier aplicación de la soberanía israelí en Judea y Samaria, especialmente en el estratégico Valle del Jordán, será percibida por el reino como una violación del histórico tratado de paz.
Tal movimiento socavaría al gobierno jordano a los ojos de su población, abriendo la puerta para que Irán y su representante en el Líbano, Hezbollah, finalmente pongan su pie en esta región estratégica.
¿Por qué Israel arriesgaría su seguridad nacional con decisiones políticas tan descaradas e irracionales?
La tranquilidad en la frontera jordana se alcanzó gracias a la cooperación de seguridad con el reino, así como la relativa calma en las áreas de Judea y Samaria, gobernada por la Autoridad Palestina (AP), se logró con sangre, sudor y lágrimas.
Debe recordarse que la mera existencia de la Autoridad Palestina fue el resultado de los acuerdos entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Si, por casualidad, Jerusalem se aleja de las cláusulas pactadas en los Acuerdos de Oslo, la continuación de la existencia de la AP no tendría sentido y el área se sumiría en el caos.
El colapso de la AP y la caída del presidente palestino, Mahmoud Abbas, cuyas políticas no violentas serían consideradas inadecuadas por la población, podrían eventualmente poner a Hamás y a otros grupos terroristas en el poder en Judea y Samaria.
Nuevamente, ¿por qué Israel corre el riesgo de desestabilizar el área y fortalecer a estas organizaciones terroristas? El colapso de la AP obligaría a Israel a ocupar militarmente Judea y Samaria, lo que implicaría una carga para la economía y el Ejército del país.
Un frente oriental tranquilo en tiempos en que las fronteras norte y sur están hirviendo, es un activo para la seguridad israelí.
Los antiguos jefes del Ejército de Israel, algunos de los cuales forman parte del nuevo gobierno de unidad, conocen la importancia de la estabilidad a lo largo de la frontera jordana. Algunos de ellos estuvieron directamente involucrados en lograr ese equilibrio.
La anexión también podría abrir un frente diplomático contra las naciones europeas, lo que podría representar un daño grave para la economía de Israel y el riesgo de una batalla interminable con la Corte Penal Internacional y otras organizaciones de derecho internacional.
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Mike Pompeo y Benjamín Netanyahu se reunieron en Jerusalem para dialogar, entre otros asuntos, sobre la posible anexión de partes de Judea y Samaria.
(GPO)
La seguridad en el Valle del Jordán debería reforzarse con un método diferente, no a través de acciones populistas que alimentarán el sentimiento antiisraelí que siente el público jordano.
Por ejemplo, se debería alentar a las familias israelíes a emigrar a la región, elevando la población de unos pocos miles a decenas de miles.
La seguridad para Israel es de suma importancia y no es necesario que tales medidas arriesguen nuestras iniciativas defensivas en el área.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, es un verdadero amigo de Israel y, por lo tanto, debe estar convencido de retirar la anexión del plan de paz estadounidense para el Medio Oriente.
