Se puede y se debe comprender la reacción de los televidentes de todo el mundo que se sienten conmovidos por las imágenes de destrucción y devastación provenientes tanto de la Franja de Gaza como de las ciudades de Israel.
Mucha gente buena afirma que la culpa del conflicto actual recae en el Estado judío, ya que es claramente más fuerte que Hamás. Un rápido vistazo a los distintos canales de televisión también revela una ola de acusaciones infundadas contra el pueblo hebreo.
No hace falta decir que esta es una muestra inequívoca de antisemitismo. Pero también es necesario agregar que simplemente nace de la ignorancia. Entonces, aquí están los hechos básicos que todos deberían saber.
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El líder de Hamás de Gaza, Yahyia Sinwar, habla con los medios de comunicación en la ciudad de Gaza.
(Reuters )
En 2007, Hamás tomó violentamente el control de la Franja de Gaza, eliminando en el proceso a cientos de miembros del movimiento rival Fatah, encabezado por el presidente palestino Mahmoud Abbas. Algunos incluso fueron asesinados al ser arrojados desde los techos de los bloques de pisos.
Hamás, una organización afiliada a la Hermandad Musulmana radical, tiene un portavoz de alto rango que llama no solo a la destrucción de Israel y el pueblo judío en su conjunto, sino que también busca conquistar Roma y "las dos Américas". El grupo islamista también pide pública y oficialmente el "exterminio de judíos y cristianos hasta el final", y enseña estas visiones del mundo destructivas desde el jardín de infantes.
En el espectro político de las organizaciones islámicas, tiene una ideología extrema que no se compara con la de Al-Qaeda y el Estado Islámico. A pesar de esto, la comunidad internacional ofreció a Hamás un esquema que le permitiría recibir ayuda a gran escala.
En 2006, el Cuarteto de Oriente Medio (Rusia, Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas) presentó ante el grupo palestino las tres condiciones previas para la continuación de la ayuda occidental: el reconocimiento de Israel, el cese del terrorismo y el reconocimiento de acuerdos anteriores. Estos prerrequisitos se hicieron públicos más tarde, en tres declaraciones separadas hechas por el entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, la entonces secretaria de Estado estadounidense Condoleezza Rice y el exencargado de la política exterior de la UE, Javier Solana.
La oferta de ayuda occidental, que incluía 600 millones de dólares en asistencia de la Unión Europea y otros 400 millones de Estados Unidos, fue rechazada rápida y sumariamente por el líder de Hamás, Khaled Mashaal, quien afirmó que “Hamás era impermeable al soborno, la intimidación y el chantaje".
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Un tanque de las FDI dispara contra la Franja de Gaza durante la última ronda de escalada.
(AFP)
La comunidad internacional se negó a tirar la toalla y en 2007 volvió a surgir la oferta de ayudar al pueblo palestino. Esta vez fue Ismail Haniyeh, el primer ministro palestino en nombre de Hamás en ese momento, quien rechazó la oferta, argumentando que “es el derecho de los palestinos continuar su resistencia por todos los medios”.
En consecuencia, el medio internacional de noticias árabe Al-Jazeera títuló: "Los palestinos rechazan las demandas del Cuarteto". Sin embargo, la realidad es que Hamás estaba eligiendo, al igual que lo sigue haciendo hasta el día de hoy, el terrorismo por sobre la prosperidad.
En 2014, cuando comenzó el conflicto Israel-Gaza, los ministros de la UE ofrecieron ayuda a los palestinos a cambio de "la desmilitarización de todas las organizaciones terroristas". Francia, Reino Unido y Alemania presentaron un plan detallado y concreto. Y aunque Israel aprobó la oferta que haría que el conflicto terminara rápidamente, Hamás se negó nuevamente.
En 2017, Yahya Sinwar, el nuevo líder de Hamás en Gaza, reiteró una vez más que "Hamás nunca reconocerá a Israel". Un año después, cuando las tensiones entre Israel y el grupo terrorista volvieron a aumentar, la UE presentar una nueva oferta de ayuda, pero resultó en vano otra vez.
En otras palabras: Hamás no quiere prosperidad, quiere terrorismo. Aun así, una y otra vez, por razones humanitarias, Israel permite el flujo de cientos de millones de dólares hacia la Franja junto con cientos de camiones que transportan suministros. Pero los palestinos usan ese dinero para financiar túneles terroristas que van por debajo de Gaza hacia territorio israelí.
Una cosa más a tener en cuenta: dondequiera que gobiernen las ramas del islam político, prevalecen la destrucción, el derramamiento de sangre y la destrucción. Después de todo, la gran mayoría de las víctimas de Hamás son musulmanes. Sucede que sus cohetes a menudo caen dentro de la propia Franja de Gaza y han matado a más palestinos que israelíes.
¿Les molesta esto? Sin el bloqueo, Irán no estaría suministrando medicinas, estaría suministrando cohetes. Sin el bloqueo, el régimen de Hamás expandiría su industria de la muerte. Sin el bloqueo, no estaría construyendo escuelas o industrias que conduzcan a la prosperidad, estaría construyendo más herramientas de destrucción destinadas al asesinato en masa. Esto no es una opinión. Eso es lo que están haciendo hoy. Estos son los hechos.
Según una afirmación, incluso si Israel tiene derecho a atacar a Hamás, su respuesta es desproporcionada. Ésta es una afirmación extraña. Ningún país ha tomado jamás tantas medidas destinadas a prevenir víctimas civiles. Las FDI, más que cualquier otro ejército del mundo en operaciones similares, están haciendo un esfuerzo supremo para reducir las bajas inocentes. Así lo han afirmado expertos en derecho militar de renombre mundial.
Uno de esos expertos es el profesor Wolff Heintschel, quien dijo que "las FDI toman muchas más precauciones de las necesarias, lo que sienta un precedente irrazonable". Otro es el profesor Michael Schmitt, quien argumentó que “las advertencias de las FDI [para evitar víctimas civiles] ciertamente van más allá de lo que exige la ley, pero a veces también van más allá de lo que sería un buen sentido operativo en otros lugares”.
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El sistema de defensa Iron Dome intercepta un cohete disparado desde Gaza sobre la ciudad de Ashkelon.
(Captura)
¿Pero quiénes son estos expertos de renombre mundial en comparación con periodistas que, con nulo conocimiento sobre el tema, critican constantemente a Israel? Cuando se muestran imágenes de destrucción al mundo, se puede comprender la demanda de un alto el fuego. Pero nadie tiene derecho a exigir nada a Israel.
Incluso Suecia habría bombardeado cualquier objetivo de la organización Yihad Islámica cerca de su frontera si hubiera disparado misiles contra Estocolmo.
Los antecedentes y los hechos son importantes. Es vital saber que Hamás es una organización yihadista radical a la que Israel no solo tiene el derecho, sino la obligación, de separarse de su armamento.
