Israel se encuentra entre los países que toman medidas extremas en respuesta a la propagación de COVID-19, también conocido como coronavirus.
Pero, a pesar de esas medidas, el virus es más frecuente en Israel que en muchos otros países.
Hasta el domingo por la noche se habían confirmado 39 casos de coronavirus, que ubicaban al país en el lugar 33 de 195 en términos de infección per cápita, lo que sugiere que viajar a cualquier lugar fuera del país es una opción más segura que quedarse.
Por supuesto, deben evitarse lugares como la provincia china de Hubei o Italia.
Tailandia, un país de 70 millones de personas, con 48 casos reportados de infección, es tres veces más seguro que Israel, pero los pasajeros que regresan de allí deben ingresar a un período de cuarentena de dos semanas.
En un esfuerzo por calmar el pánico del público, que está causando un daño inconmensurable a la estabilidad económica y nacional de Israel y perjudicando sus relaciones exteriores, es que se deben dejar sin efecto algunos de los pasos dados por el gobierno, ya que su eficiencia es cuestionable.
Como ya señaló el profesor Ran Balicer, miembro del grupo de trabajo sobre epidemias del Ministerio de Salud, Corea del Sur, que hasta ahora ha realizado las pruebas más extendidas y confiables para el nuevo virus, tiene una tasa de mortalidad del 0,5%.
Esto es siete veces menor que las cifras aterradoras y probablemente más erróneas publicadas por la Organización Mundial de la Salud.
Un examen de la propagación del virus indica claramente que prospera en el hemisferio norte, que ahora experimenta clima frío.
Australia informó su primer caso el 4 de febrero y sólo tiene 65 casos confirmados de coronavirus. Italia, por otro lado, vio su primer caso el 5 de febrero y ha reportado 4.600 casos hasta ahora.
El virus se multiplica después de la infección y migra a la siguiente persona. Si un portador del virus infecta en promedio a otra persona, el virus podría propagarse exponencialmente. Si el virus infecta a menos de una persona en promedio, se reducirá exponencialmente.
La temperatura fría en el hemisferio norte permite un crecimiento mayor de los casos, mientras que el hemisferio sur ve una caída correspondiente en los casos. Esto no significa que no haya casos de infección en Brasil o en Australia, pero son mucho menos frecuentes.
Una estimación cuidadosa de la tasa de infección relativamente baja de Israel podría atribuirse al clima templado.La mayoría de los israelíes no fueron infectados localmente por el coronavirus. Llegaron de áreas donde la tasa de infección era sustancial y las condiciones climáticas óptimas para que el virus prospere.
El hecho de que un grupo de surcoreanos haya viajado por todo el país durante dos semanas pero haya infectado a muy pocos israelíes podría verse como una corroboración.
Incluso el dueño de la tienda que regresó de Italia después de haber estado expuesto al virus sólo infectó a su esposa y a algunas otras personas, mucho menos de lo que podría haberse infectado si las condiciones climáticas hubieran sido diferentes. Para causar enfermedad, el virus debe estar presente en grandes cantidades, alcanzar tejidos específicos, vencer un sistema inmunológico saludable y multiplicarse en el cuerpo de su huésped. En muchos de los casos, estas condiciones no se cumplirían y no podría producirse ninguna infección.
Hay una reducción constante en el número de casos nuevos de coronavirus en China y más personas infectadas se están recuperando por completo. Contrariamente a los informes de los medios que afirman que 100,000 personas han sido infectadas por el virus en todo el mundo, solo hay 40,000 de estos casos.
De ese número, 57,000 personas se recuperaron por completo y 3,500 murieron. Estas estadísticas deberían ser alentadoras.
En mi opinión, las medidas tomadas por el gobierno israelí son excesivas, al igual que el pánico mundial respaldado por los apresurados procesos de toma de decisiones que causan daños económicos indudables.
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El primer ministro Benjamin Netanyahu y el ministro de salud Yaakov Litzman informan sobre la situación
(Amit Shaabi)
Estas medidas gubernamentales habrían sido respaldadas si hubiera habido menos dudas sobre su efectividad para salvar vidas, pero con el conocimiento disponible sería mejor reevaluar algunas de las decisiones que se tomaron.
Se necesita un líder que pueda asumir la responsabilidad. Alguien que pueda decir que no hay motivo de pánico. Espero que se pueda encontrar a esa persona y que él o ella puedan ser un ejemplo para otros líderes mundiales.
La mayoría de las pautas del Ministerio de Salud deben ser desechadas y sólo aquellas que no causen daños a la economía o a las relaciones exteriores deben mantenerse: las personas deben abstenerse de tener contacto físico innecesario y los más susceptibles a las enfermedades y los ancianos deben distanciarse de cualquier persona enferma.
Pero se debe alentar al público a continuar viajando, mantener su rutina y permitir que el virus desaparezca probablemente con el verano. Es menos mortal que sus predecesores (los virus SARS y MERS) y después de tantos casos reportados no hay escasez de información relevante disponible para las autoridades de salud.
* Ehud Qimron es profesor de microbiología clínica en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv.
