La República Islámica ha experimentado un aumento en las infecciones por coronavirus; su Ministerio de Salud calcula el número de muertos en más de 29.000, lo que convierte a Irán en el país más afectado de Oriente Medio por la pandemia.
Incluso antes de la crisis sanitaria, la economía iraní había sido golpeada por los bajos precios del petróleo y las paralizantes sanciones impuestas por Washington después de que el presidente Donald Trump se retirara en 2018 del acuerdo nuclear con las principales potencias.
La tasa de desempleo de Irán se disparó en 2020, y el lunes, su moneda, el rial, cayó a su punto más bajo frente al dólar estadounidense, habiendo perdido más del 60% de su valor en dos años. Los precios al consumidor han aumentado un 37% en 2020.
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Una mujer iraní pasa frente a un mural que muestra la Estatua de la Libertad desfigurada en el muro de la antigua Embajada de Estados Unidos en Teherán.
(EPA)
La frágil economía también ha sido golpeada por un cierre temporal diseñado para contener la pandemia de coronavirus, los cierres de fronteras y una interrupción de las exportaciones no petroleras.
El profesor Mohammad Marandi, director de estudios estadounidenses de la Universidad de Teherán, dijo que el gobierno no puede darse el "lujo" de imponer un cierre más amplio. "Irán está pasando por un momento duro porque cerrar la economía es muy difícil debido a las sanciones".
Maysam Behravesh, analista de inteligencia y asesor de políticas sobre Irán, expresó que el "fracaso masivo del régimen para frenar la pandemia se debe principalmente al desprecio general del gobierno por las advertencias científicas en las primeras etapas de su propagación, a su priorización de los intereses geopolíticos sobre la salud pública y a la mala gestión y la corrupción sistémicas".
El especialista también responsabiliza a las medidas punitivas de la administración Trump por el aumento de la miseria de los iraníes. "Las sanciones de Estados Unidos han llevado a que el sector sanitario iraní no cuente con los recursos esenciales que necesita desesperadamente para afrontar la crisis”.
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Un trabajador de la salud iraní desinfecta a un colega durante la propagación del virus en Irán.
(EPA)
Y la semana pasada, la administración de Estados Unidos impuso nuevas y radicales sanciones al sector bancario de la República Islámica. "Nuestras sanciones están dirigidas al régimen y sus funcionarios corruptos que han utilizado la riqueza del pueblo iraní para alimentar una causa revolucionaria radical que ha traído un sufrimiento incalculable en todo el Medio Oriente y más allá", manifestó el secretario de Estado del país norteamericano, Mike Pompeo.
El funcionario agregó que el liderazgo iraní era el culpable de destinar fondos al Ejército cuando había una crisis de salud.
"Nuestra campaña de máxima presión económica continuará hasta que Irán esté dispuesto a concluir una negociación integral que aborde el comportamiento maligno del régimen", sostuvo.
El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, acusó a Estados Unidos de intentar "destruir nuestros canales restantes para pagar alimentos y medicinas".
“Los iraníes sobrevivirán a esta última de las crueldades. Pero conspirar para matar de hambre a una población es un crimen contra la humanidad ”, escribió Zarif en Twitter. "Los culpables y facilitadores, que bloquean nuestro dinero, se enfrentarán a la Justicia", advirtió.
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Joe Biden, candidato demócrata a la presidencia de EE.UU., el líder espiritual iraní, Alí Jamenei, y el presidente estadounidense, Donald Trump.
(Ynet)
La semana pasada, Trump emitió una severa advertencia a los líderes iraníes. "Irán lo sabe, y le han avisado: si te metes con nosotros, si nos haces algo malo, te haremos cosas que nunca antes se habían hecho", afirmó el presidente en una entrevista con el periodista conservador Rush Limbaugh.
Marandi dijo que Estados Unidos está tratando de "imponer hambre, inanición, muerte y desesperación a los iraníes comunes".
Teherán acusa a Washington de bloquear su solicitud de un préstamo de emergencia de 5 mil millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), destinado a combatir el virus.
Marandi acusa a Estados Unidos y sus aliados de crímenes de guerra. “Los estadounidenses quieren evitar que los iraníes obtengan medicamentos para combatir el cáncer; está claro como el día lo que están haciendo. Las sanciones son un crimen de guerra, un crimen de lesa humanidad, y los países occidentales son todos cómplices de esto", aseveró.
Sina Azodi, miembro no residente del Atlantic Council, señaló que el gobierno de Teherán tiene parte de la culpa del aumento de las infecciones. "La mala gestión del gobierno en las etapas iniciales de la pandemia aumentó la vulnerabilidad del país", indicó.
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Iraníes observan el valor de las monedas extranjeras en una casa de cambio en Teherán.
(AP)
No obstante, también reconoce que las sanciones estadounidenses han influido en la devastación de la economía en el país de 80 millones de habitantes.
“No puedo negar el papel fundamental de las sanciones económicas en la gravedad de la pandemia. El gobierno de Estados Unidos sostiene que estas medidas punitivas no influyen sobre los alimentos y los medicamentos. Pero las instituciones financieras [internacionales] son muy reacias a procesar transacciones relacionadas con Irán y tienden a mantenerse alejadas de ellas. Esto aumenta el precio de los medicamentos en Irán, que en las actuales circunstancias económicas los hace menos asequibles para las personas ”, consideró Azodi.
Y argumenta que la última ronda de sanciones está destinada a "aislar completamente el sistema financiero de Irán del resto del mundo".
Teherán siempre ha podido maniobrar en torno a las sanciones, pero con las estrictas medidas de cierre impuestas debido a la pandemia de coronavirus, Behravesh dijo que esta vez Irán tendrá dificultades para mantener a flote su economía.
"Para reactivar su economía, la República Islámica precisa reconfigurar y reformar fundamentalmente sus métodos de gobierno en el país, así como la forma en que maneja la política exterior", señaló.
Volver a encarrilar la economía iraní es importante no solo para la estabilidad financiera del país, sino también para la supervivencia del régimen. “[Estados Unidos] apunta a aplastar la economía de la República Islámica para que la gente salga a las calles. Si prestas atención a las protestas recientes, ya no tienen motivaciones políticas, se deben principalmente a las condiciones económicas, con los trabajadores exigiendo sus salarios y protestando por el deterioro de sus niveles de vida”, explicó Azodi.
"Si esto lleva a protestas callejeras es irrelevante", manifestó Marandi. “La cuestión es que los estadounidenses y sus aliados están intentando hacer sufrir a Irán y hacer que la gente salga a las calles por desesperación. Esto es cruel e inhumano, además de bárbaro, y el silencio de los demócratas y los principales medios de comunicación [en Estados Unidos] los hace igualmente cómplices", añadió.
Azodi cree que Teherán eventualmente tendrá que llegar a un acuerdo con Washington. “Teherán tuvo la oportunidad de hacer rápidamente un trato con la administración Trump, y creo que el presidente estadounidense está realmente interesado en llegar a un acuerdo para realizar cambios en el tratado nuclear, pero el problema son las personas que lo rodean. Las 12 demandas del secretario de Estado Pompeo son de hecho una demanda por la capitulación total de Irán, lo que no va a suceder. La mejor manera de reactivar su economía es llegar a un acuerdo con Washington”, indicó Azodi.
Behravesh, por otro lado, sostiene que "cualquier cambio de este tipo" en la política de Irán "es muy poco probable mientras la 'campaña de máxima presión' de Estados Unidos amenace al gobierno, obligándolo a priorizar su supervivencia por cualquier medio y a expensas del pueblo iraní”, sostuvo.
El liderazgo en Teherán está jugando a ganar tiempo, esperando que las elecciones presidenciales de Estados Unidos conduzcan al reemplazo de Trump y que "la próxima administración del país norteamericano adopte una política más razonable sobre Irán", concluyó Behravesh.
