El primer ministro Benjamín Netanyahu pidió recientemente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que vuelva a imponer las sanciones y restricciones internacionales a la República Islámica de Irán, un régimen que patrocina el terrorismo y que busca borrar a Israel del mapa.
Justo cuando el primer ministro hablaba, otro país se dirigía al Consejo de Seguridad en defensa de Irán: la República Popular de China.
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El primer ministro Benjamin Netanyahu se reunió con el presidente chino Xi Jinping durante una visita a Beijing
(Ynet)
La mayoría de los israelíes se sorprenderían al enterarse de esto. Según una encuesta de investigación en diciembre de 2019, el 66% de los israelíes tiene una opinión favorable de China contra el 25% que tiene una opinión desfavorable.
A medida que el apoyo al Partido Comunista Chino se desploma en todo el mundo, Israel es uno de los nueve países donde las opiniones positivas sobre Beijing aumentaron recientemente.
La cortesía chino-israelí es particularmente evidente en la esfera económica: China representa aproximadamente del 10 al 15% de la economía israelí. El comercio entre ambos países fue de US$ 15.3 mil millones en 2018, un aumento de casi 4,400% en términos de dólares reales desde 1995.
Es cierto que otros aliados estadounidenses también tienen fuertes lazos con China. El comercio chino con Alemania, por ejemplo, fue de US$ 231 mil millones en 2018, un aumento de casi 2,000% en términos de dólares reales desde 1992.
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El presidente chino, Xi Jinping, se reunió con el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei
(Ynet)
Pero el comercio no ha hecho popular a Beijing en Alemania. Solo el 34% de los alemanes, según la misma encuesta, tienen una opinión favorable de China en comparación con el 56% que no. Esta es una de las calificaciones de favorabilidad más bajas para China en Europa.
Algo aparte del comercio podría estar en juego. Los israelíes aman la cultura asiática. Después de su servicio militar obligatorio, muchos jóvenes israelíes recorren Asia, incluso China.
Traen historias del Reino Medio y cuánto israelíes y judíos son admirados allí. Eso contrasta marcadamente con Europa, donde los ataques antisemitas se han disparado y los israelíes a menudo son tratados con hostilidad.
Los israelíes menos románticos, en sintonía con los caprichos de la política de poder, se preocupan por el deseo de Estados Unidos de abandonar el Medio Oriente. Creen que Europa occidental ya se ha vuelto contra Israel.
De este modo, adoptaron una estrategia de cobertura que incluye lazos con Beijing y Moscú, con la esperanza de que esto pueda traducirse en una mayor influencia en un mundo multipolar. Esto sería particularmente importante para contrarrestar a Irán.
Pero para cualquier israelí que teme a un Irán con armas nucleares con misiles balísticos y de crucero avanzados capaces de provocar un segundo Holocausto, la defensa de China hacia la República Islámica debería hacer sonar las alarmas.
Hablando en la reunión virtual del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador de China, Zhang Jun, enfatizó que el acuerdo nuclear de Irán, que tiene un defecto fatal, "es legalmente vinculante y debe implementarse de manera efectiva". Se opuso a cualquier intento de extender el embargo de armas a Irán que está programado para expirar en octubre y prometió que China no reconocerá los intentos de Estados Unidos de "reprimir" las sanciones de la ONU.
Aún más impactante: Zhang defendió los recientes lanzamientos espaciales iraníes, que Estados Unidos, Europa e Israel saben que son parte del desarrollo de misiles balísticos de largo alcance por parte de Teherán. China aprobó los lanzamientos como de naturaleza puramente comercial y científica.
Las continuas transacciones ilícitas de China con Irán, incluida la importación de petróleo iraní en violación de las sanciones estadounidenses, explican en gran parte esto. Pero, a pesar de las ofertas de Arabia Saudita para reemplazar cada barril de crudo iraní, China ha optado por mantener a flote la República Islámica y el acuerdo nuclear de Irán. La pregunta para cada israelí debería ser, "¿por qué?"
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Trabajadores chinos e israelíes construyen el sistema de tren ligero de Tel Aviv
(Ynet)
La respuesta: China se beneficiará de la expiración de las sanciones contra Irán. Un informe del Pentágono advierte que China (y Rusia) venderán aviones de combate a Irán, tanques de batalla, helicópteros de ataque y capacidades navales modernas una vez que expire el embargo de armas de la ONU.
Cuando las restricciones de misiles expiren en 2023, las transferencias ilícitas con China se convertirán en una relación comercial robusta y abierta. Si el pasado es un prólogo, Teherán compartirá estas capacidades con sus representantes terroristas como el Hezbollah libanés, las milicias chiítas en Irak, Hamás y la Yihad Islámica en Gaza, y los hutíes en Yemen.
China ya ha incorporado a Irán en su Iniciativa mundial de la Franja y la Ruta para construir una red de transporte, energía y comunicaciones que se extiende desde China a través de Asia Central y Oriente Medio hasta Europa. De hecho, algunos informes rastrearon el brote de coronavirus de Irán hasta un proyecto de infraestructura chino en Qom.
Incluso en medio de una pandemia cada vez mayor, vuelos directos volaron diariamente entre Irán y varias ciudades de China, debido a la presión de Beijing. China ahora ve el comercio de armas legalizado como el siguiente paso lógico para expandir esta relación.
Si China adopta y protege al régimen más antisemita del mundo, incluso brindándole armas para atacar al único Estado judío del mundo, tal vez sea hora de que los israelíes reexaminen los lazos con Beijing.
Estados Unidos finalmente ha comprendido las amenazas planteadas por el Partido Comunista Chino. Inundándolos con efectivo e integrándolos en la economía global hizo que los líderes de China fueran ricos, pero no moderados.
Israel puede haber tenido buenas intenciones en el fortalecimiento de los lazos financieros y de otro tipo. Pero ahora, los israelíes deben abandonar sus delirios: China está apoyando a la República Islámica de Irán, un régimen revolucionario que niega el Holocausto y está construyendo las armas para provocar otro. Esta es una llamada de atención para Israel.
Mark Dubowitz es director ejecutivo de la Fundación para la Defensa de las Democracias, un grupo de expertos no partidista centrado en cuestiones de seguridad nacional; Richard Goldberg, ex funcionario del Consejo de Seguridad Nacional, es asesor principal en el FDD.
