Ahora que los resultados de las elecciones son oficiales y que Netanyahu empieza a prepararse para volver a ser primer ministro, es el momento de echar un vistazo a los retos que tiene por delante, que no son pocos.
Uno de los principales desafíos es la animosidad que está surgiendo entre la comunidad mundial, y especialmente en Estados Unidos, hacia los miembros de extrema derecha de la próxima coalición.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se comunicó con Netanyahu este lunes, esperando varios días para dar el paso tras la publicación de resultados oficiales de las elecciones. Aunque puede tratarse de que el presidente esté vinculado a las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, otra explicación sugiere que expresa su descontento con el nuevo gobierno israelí.
En una conversación que duró ocho minutos, Biden aparentemente le dijo a Netanyahu: "Somos hermanos, haremos historia juntos. Mi compromiso con Israel es incuestionable".
Netanyahu le contestó al presidente estadounidense: "Haremos más acuerdos de paz históricos, está a nuestro alcance. Mi compromiso con nuestra alianza y nuestra relación es más fuerte que nunca".
Además, a lo largo de la semana pasada, muchos líderes mundiales felicitaron a Netanyahu por su victoria, entre ellos el presidente francés Emmanuel Macron, el ucraniano Volodimir Zelensky, el primer ministro húngaro Viktor Orban, el líder indio Narendra Modi y la recién elegida primera ministra italiana Giorgia Meloni.
5 צפייה בגלריה


El primer ministro libanés, Najib Makati, a la derecha, recibe el borrador final del acuerdo sobre la frontera marítima entre Líbano e Israel de manos de su adjunto Elias Bou Saab.
(Ynet)
Netanyahu tendrá que decidir qué relaciones diplomáticas mantendrá durante su mandato. Dada la reputación de los miembros de su coalición de extrema derecha, tendrá que convencer a la comunidad internacional de que su gobierno aún entra en la definición de una democracia justa.
Por otro lado, uno de sus primeros retos es el acuerdo marítimo con Líbano, que Israel aprobó recientemente y al que Netanyahu se opuso con dureza. Inicialmente calificó el acuerdo como un acto de rendición, pero luego suavizó su postura y manifestó que lo respetaría.
También, se espera que Netanyahu actúe sobre la base de sus intenciones de desarrollar los Acuerdos de Abraham, siendo Arabia Saudita su primer y gran objetivo. Sin embargo, sus esfuerzos no serán necesariamente recibidos con los brazos abiertos, especialmente teniendo en cuenta el actual statu quo en el Monte del Templo.
Mientras tanto, no se esperan cambios drásticos en la política de Israel de rechazar el acuerdo nuclear iraní. Aunque es posible que Netanyahu tenga que lidiar con la situación en la que Irán decida convertirse en una potencia nuclear de todos modos.
En cuanto a los asentamientos de Cisjordania, "Bibi" se verá sometido a una gran presión por parte de sus aliados religiosos y de extrema derecha para que reanude finalmente los proyectos de construcción.
Se espera que los estadounidenses tengan poca paciencia con lo que consideran una injusticia cometida contra la minoría palestina.
Esto es sólo la punta del iceberg en lo que respecta al tema de los palestinos. Netanyahu tendrá que reevaluar la situación actual en Cisjordania y la Franja de Gaza, con una constante amenaza terrorista que se cierne sobre las cabezas de los civiles israelíes.
Además, la mayor parte de la dirección de seguridad del Estado sufrirá una transición de representantes en el próximo mes y medio: Israel dará la bienvenida a un nuevo jefe de Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y a un nuevo ministro de Defensa.
Estos tendrán que evaluar cómo seguir actuando contra los cerca de 240 ataques a tiros que se produjeron en Cisjordania desde agosto, la mayoría de ellos dirigidos a fuerzas de las FDI.
Los manifestantes palestinos están ganando influencia y poder a un ritmo rápido, y el precio que están pagando las Fuerzas es ciertamente creciente.
Más allá del frente interno, Netanyahu tendrá que aclarar la postura israelí sobre la guerra en Ucrania. En su campaña electoral, dijo una vez que consideraría la opción de proporcionar armas a Ucrania, aunque puede haber sido un movimiento estratégico para acumular votos.
Si se decide por esta vía, los lazos con Rusia se convertirán en un reto.
Otro reto global que afectó a Israel es la inflación. El tema económico candente en Israel es el costo de la vida, que deberá ser una de las primeras cosas que aborde el nuevo gobierno.
Los precios se dispararon un 19% en el último año, lo que provoco una de las crisis económicas más importantes que vivió Israel en años.